14 - MinSung (Overgrown)

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Overgrown: descuidado.

El jardín en casa de Minho estaba todo descuidado. Sus gatos habían mordido todas las plantas hasta secarlas, habían hecho agujeros por todos lados y seguido perseguían y espantaban a las abejas que querían polinizar las flores.

Minho tampoco se interesaba por regar las plantas o cuidar de sus árboles: un manzano joven y un abeto. Ambos estaban muriendo.

Cómo sea, Minho tenía cosas más importantes de las qué preocuparse. Por ejemplo, el supermercado había subido nuevamente el precio de la comida de gato y Minho la tenía cada vez más difícil para cubrir sus gastos.

Su trabajo en la tienda de música ya no le daba el suficiente dinero para seguir manteniéndose. Tendría que buscar una solución pronto si no quería que él y sus gatos terminaran de patitas en la calle.

Su jefe, Bang Chan le recomendó que consiguiera un compañero de piso que pagara la mitad —o al menos buena parte— de todos los gastos.

"Tienes mucho espacio libre en tu casa. Aprovecha que tu madre se fue a vivir un año con tu hermana mayor. Renta su habitación. Puedes sacar buen dinero de ahí"

Minho creyó que era buen plan. Aunque odiaba la compañía de la especie humana, tener a alguien UE le ayudara a pagar todo era una buena idea y, además no tendría que convivir mucho con él ya que casi todo el tiempo se la pasaba en el trabajo o en su habitación con sus gatos.

"Eso haré. Mañana pondré los anuncios" afirmó.

A la mañana siguiente ya tenía listos sus carteles. Chan leyó uno antes de que los colocaran por todos lados, le sugirió hacer unos cambios, reducir su lista de requisitos y ser un poco más seductor con la oferta, pero Minho se negó a modificarlo.

El anuncio quedó como:

"Se busca compañero de piso"
Habitación propia con baño.
Pago de renta y servicios repartido a la mitad.

Requiero:
Buena presentación.
Callado.
Serio.
Amar a los gatos.
Pagar puntual.
Responsable.
Joven.
No tener historia delictivo.

Interesados llamar a: +46 87 22 35 01

Chan apostó a que nadie contestaría a su oferta. Aún así, dejó que pegara algunos anuncios en la tienda para disfrutar de la reacción de quién leyera semejante cosa.

Minho siguió trabajando como usualmente. Esperaba que alguien respondiera pronto pero en secreto esperaba que nadie hiciera caso al volante y así no tener que convivir con un extraño.

Para su mala suerte, al día siguiente recibió tres llamadas. Las tres personas estaban interesadas en rentar la habitación y acordaron con Minho una reunión corta y simple para realizarles una entrevista.

El primer sujeto fue descalificado por Minho cuando se enteró de que era músico en ascenso.

"Se la pasará todo el día tocando la guitarra" argumentó para sí mismo.

El segundo sujeto fue descartado por no cumplir con el requerimiento de la edad y por no parecer alguien serio y responsable.

"¿Quién con más de 30 años busca un roomie? Es muy sospechoso" pensó.

Por último, Minho decidió que el tercer interesado no tenía buena pinta cuando le confesó que no era amante de los gatos pero que podía tolerar vivir con uno.

"En efecto, alguien que no ama a los gatos no tiene cabida en mi vida, y si podía tolerar vivir con un gato definitivamente tendrían problemas cuando supiera que tengo tres"

Así, Minho rechazó a sus primeros tres candidatos. Algo similar pasó con los seis o siete que siguieron.

Minho siempre tenía una excusa, una queja o una duda que no le dejaban darle un sí a un potencial compañero.

Un día Minho estaba cobrando a un chico muy joven y sonriente que había elegido un disco de Twice. El muchacho notó el cartel que estaba pegado tras una de las vitrinas junto a la caja y se interesó por ello:

"¿Sabes si aún están rentando esa habitación?" Le preguntó a Minho.

Minho terminó de cobrar y le respondió indiferente:

"No lo sé"

En parte decía la verdad. No estaba seguro de si quería seguir ofertando su casa o dejarlo por la paz y conseguir dinero de otro modo.

Jisung suspiró.

"Qué lástima. Me hubiera encantado rentarla yo. Soy nuevo en la ciudad y mi trabajo queda a unas cuadras de aquí, pero donde vivo actualmente es muy muy muy lejos" dijo el chico con notable interés en relatar su vida entera.

Minho solo alzó una ceja y le entregó su compra.

"Muchas gracias, M… Minho" leyó en su uniforme. "Yo soy, Jisung" le extendió la mano. Minho no la tomó y el chico se avergonzó un poco ante el rechazo pero no sé ofendió.

Minho observó al muchacho frente a él. Era extraño en varios sentidos: cabello rojizo, ojos grandes y mejillas abultadas, sonrisa indeleble y un sentido de sociabilidad muy persistente. Le recordaba mucho a una caricatura de su infancia. Bizarro y cómico pero igualmente atractivo.

"Por cierto, disculpa que te moleste más pero ¿Sabes sobre algún buen veterinario por aquí?" Preguntó Jisung.

Minho contuvo su sarcasmo y se tragó su comentario hiriente de «¿Por qué? ¿Te sientes mal?» y solamente negó.

"Oh, qué mal. Mi gato está comportándose bastante extraño desde que lo traje a vivir conmigo" siguió comentando su vida.

Minho se activó al escuchar la palabra gato. Si había algo en lo que era experto era un felinos. Automáticamente respondió:

"Debe estar estresado"

"¿Tú crees? ¿Qué me recomiendas que haga?"

"Dale tiempo para acostumbrarse"

Jisung asintió. Seguiría el consejo del muchacho y esperaría a que su gatito se adaptara al nuevo entorno.

"Es una lástima, quizás mi gatito y los gatos del anuncio pudieran hacerse amigos. Seguro eso le ayudaría mucho a mi pequeño MinSung. Muchas gracias"

Jisung se despidió y se dirigió hacia la salida de la tienda con su compra en mano. Llegaría a casa y le daría un masaje relajante a su gato.

Por su parte, Minho tuvo una crisis de pensamiento tras las últimas palabras del chico. Si algo era su debilidad eran los gatos, suyos o ajenos, y pensar en los tres gatos haciendo terapia animal al otro le pareció sumamente tierno.

Volvió a examinar al muchacho: era de buen ver, agradable y social. No correspondía con sus criterios de búsqueda: no era tan mayor como para ser lo suficientemente maduro o responsable, seguramente pagaría a destiempo porque es muy despistado, también es muy probable que sea muy ruidoso y ya había comprobado que no era callado ni serio sino todo lo contrario. Sin embargo, amaba a los gatos, como él.

Cuando el chico estuvo en la puerta, Minho lo decidió, no había más tiempo para dudar. Arrancó el letrero del cristal y corrió tras Jisung.

"¡Hey, niño. Espera!"

Había algo en el chico de cabello rojo y grandes mejillas que le agradaba, tenía un presentimiento de que él sería el compañero de piso ideal.

Skz Fictober - 31 días de OS (multishipps) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora