Capítulo 3.

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—¿Me harían un favor?—la multitud grita—es el cumpleaños de mi madre hoy y está en el público con ustedes, ¿habría una posibilidad de que todos cantaran "feliz cumpleaños" para ella? Feliz Cumpleaños...—Alex guía a la multitud.

La muchedumbre entona una canción muy popular y conocida que en cierta forma hace que todo mi cuerpo reciba escalofríos de la cabeza hasta los pies. Es una increíble coincidencia. Aunque estoy consciente de que ellos no cantan para mí, no puedo pasar por alto el hecho de que también es mi cumpleaños y que involuntariamente tomo la ocasión como regalo especial.

—Te hemos preparado algo—Caroline ladea la cabeza invitándome a seguirla.

En cuanto damos indicios de retirada, la gente se pone detrás de nosotras para asegurarse de tomar el lugar que pronto estará vacío.

A mitad del concierto decidimos subir cuesta arriba de Pyramid a la zona de The Other Stage para poder sentarnos a disfrutar de la vista desde arriba y tomar algunas fotos, algo que es imposible abajo con todo el gentío que te rodea, gracias al ajetreo constate que obsequian. Hay personas desde el primer día del Festival guardando su sitio en el escenario principal y tal parece que la multitud decidió aprovechar la oportunidad de que mis hermanos y Zach me llevaran a cumplir un itinerario sorpresa para adueñarse de los últimos mejores lugares.

Cuando llegamos al área para acampar, el restaurante del hotel se encuentra abierto pero a unos metros más hay una iluminación apartada más discreta y llamativa.

Cuatro antorchas enterradas en la tierra forman la forma de un rectángulo, haciendo alguna clase de separación imaginaria a el espacio que han recreado con sillones bajos y mesas iluminadas de plástico en su interior. Mientras que las ramas de los árboles hacen sostén de algunas lámparas de papel que iluminan aún más que las antorchas, hay un camino hecho de velas en recipientes pequeños de vidrio que llevan agua para que éstas floten.

No hay rostros desconocidos, se encuentra la mitad de los que estábamos en aquella foto grupal. Me rodea la gente que más me importa y eso es suficiente para mí.

—Feliz Cumpleaños, Claire—Cedric enciende la vela que se encuentra en la torre de los cupcakes—y como sabemos que odias que cantemos, pide un deseo.

Sonrío tímida y me aproximo a la mesa de centro, observo a cada uno de mis hermanos y a Zach con complicidad acompañada con destellos de gratitud.

«Deseo que este año sea el más gratificante y el más auténtico».

El aura de silencio se rompe por el estruendoso ruido de aplausos, doy una media sonrisa y sin más que decir, comienzo a repartir los pastelillos con los presentes.

Zach se aproxima a mí con su celular en las manos enfocando cada movimiento, cuando lo tengo lo suficientemente cerca sonrío a la cámara, después de eso, él cambia a su cámara frontal y me invita a posar junto a él hasta que decide que han sido suficientes tomas.

—¿Cómo lo han hecho?—le pregunto a Caroline mientras me ayuda repartir los pastelillos.

—Nos han ayudado los encargados del hotel—entrega la última pieza que sobra en la base—pero si no hubiese sido por un chico que se llama Harry, las luces nunca hubiesen funcionado—ríe—hubieras visto a Cedric arriba de árbol ayudando.

—¿Harry?—inquiero curiosa, queriendo verificar la información.

—Creo que es amigo de Santana, ella fue quién le pidió su ayuda, estudia arquitectura o algo así me dijo.

—¿Le has pedido que viniera?—pregunto avergonzada.

—Por supuesto, como muestra de gratitud—se encoje de hombros—, ya sé que no lo conoces pero tuve que hacerlo. ¿Te molesta?

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