AFRAID

Capítulo 15.

—¿Cómo definiría la relación que llevaba con su esposo? —la voz me tiembla mientras observo el estado afligido en el que se encuentra Emma.

Emma suelta un suspiro y limpia sus lágrimas.

—Una que me consumía por completo. Desgastante, obsesiva, conflictiva, incluso deteriorada. A veces pensaba que seguía conmigo para poder jactar su masculinidad. En esa relación yo era la enferma, la débil y la inútil—las lágrimas recorren nuevamente sus mejillas—así es como él me llamaba.

—Eso es suficiente—interviene la profesora.

—Gracias—le digo y vuelvo a tomar asiento.

Emma me sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos.

—Esa fue la última pregunta. En general, creo que hicieron preguntas muy específicas y realmente buenas para que puedan sacar algo de valor para la corte el día de mañana—un escalofrío me recorre—recuerden que les haré llegar un nuevo expediente confidencial. La cita el día de mañana es a las diez de la mañana, lleguen temprano porque una vez iniciado el juicio se prohibirá la entrada hasta el segundo receso. Nos vemos mañana.

Detengo la grabación de voz en mi celular y la guardo. Tomo mi bolso y camino hasta la fila donde se encuentra Olivia sentada.

Ahora no fue mi retraso lo que nos separó de estar juntas en la clase, sino que la profesora decidió que entráramos en orden alfabético.

—Déjame adivinar... No dormiste—su actitud aislada del entorno me da indicios de estar en lo cierto. Ella asiente medio absorta—estamos igual—añado.

—¡Estoy muriendo de sueño! —su queja me parece de lo más divertida porque hace una mueca infantil.

—¿Sucede algo? —la cuestiono mientras cruzamos la salida.

—¿Por qué lo preguntas?

—Es obvio que luces cansada pero también estás algo dispersa.

Ella me mira dudosa.

—TengounacitaconDylanmañanasaliendodeljuicio—dice atropelladamente, sin aliento y demasiado rápido como para procesarlo enseguida.

Repito de nuevo la oración en mi mente y la tomo bruscamente del brazo para evitar que dé un paso más.

—¡Oh por dios! —me quedo estática por un instante— quiero, detalles, ahora—hablo pausado.

Ella cubre su rostro con ambas manos y chilla emocionada.

—Hemos estado hablando por mensaje estos últimos días—suelta un suspiro—estoy confiando en tu consejo. No acomplejarme tanto y darme la oportunidad—ella se encoje de hombros—hasta ahora me ha resultado.

—Hablo en serio cuando digo que hasta yo me siento feliz y emocionada—sonrio—ahora entiendo. ¿Doble estrés, no?

—Sí, estoy muy nerviosa y emocionada. Me estoy quebrando la cabeza pensando que me pondré mañana, estudiando miles de códigos, analizando pruebas y ahora la cara de Emma no sale de mi mente—resopla.

—Me lo imagino—digo viéndola con recelo—pero tengo una idea—creo que me ha contagiado su ánimo—ayer estuve estudiando algunas cosas que pueden ser muy útiles para el caso, solo que aún me quedan cabos sueltos. Tengo que ir a Old Bailey a trabajar y a poder despejar esas dudas, debo de salir de ahí con algo útil. Si quieres después podemos ir de compras para despegarnos y te puedo ayudar a elegir algo de ropa, ¿qué opinas?

—Eres una belleza, Claire—su semblante cambia—por supuesto que quiero.

—¿Te parece a las seis?