La noche repleta de nubes grises indicaba que la tormenta llegaría en cualquier momento. Pero, eso no era relevante para (Nombre), tan solo quería que esa sensación de angustia constante desapareciera. Su madre, preocupada, gritaba desde la distancia segura que le proporcionaba el balcón: "Baja ahora mismo o me conocerás enojada". Esa frase, la había escuchado alrededor de un millón y medio de veces. Jamás la tomaba en serio, pensaba que su autoridad era más pequeña que un ratón con enanismo. Sin embargo, esta era una ocasión en la que debía oírla con atención. Jugar con su seguridad descansando en un tejado era altamente peligroso.
- (Nombre), por favor, ven aquí antes de que algo malo suceda - Solicitó.
La joven, en medio de lo que llamaba erróneamente como "Ataque sorpresa", se negaba a volver. Desde que tuvieron que mudarse de cuidad, le daba pánico estar en la seguridad de su casa. Sentía que le faltaba el aire, aunque la realidad es que lo confundía con soledad. Su padre y su hermano llegarían en pocos días de su antiguo hogar. Y, su madre, que había llegado junto a ella, trabajaba casi doce horas al día para solventar tantos gastos. La economía familiar estaba en constante cambio desde el accidente.
Ese tema también la mantenía algo inquieta. Su hermano, la luz de sus ojos, había sufrido un accidente mientras trabajaba. Jamás se separaban, pero por fuerza mayor debieron hacerlo.- (Nombre), por dios. Va a darme un paro, ya vuelve -.
Afuera empezaba a hacer demasiado frío para la cantidad de ropa que llevaba, así que decidió entrar (Mirar la representación xd). Eso y también por el miedo que le daba estar afuera con el temblor. Tal parecía que cuando su madre se preocupaba tanto, hacía referencia a la pelea que se estaba desarrollando entre los héroes de París a unas cuantas calles de distancia.
- Ten mucho cuidado, hija. Dame la mano y te ayudaré a entrar -.
- Tranquila, madre. Lo tengo todo bajo control - Contestó ella.
Sin embargo, no existía afirmación más falsa que esa en aquellos momentos. En segundos, con un paso en falso, el cuerpo de la adolescente calló desde el tejado de su vecina. Más, no logró impactar contra el suelo, gracias a la acción de un héroe provisorio. Viperion, el nuevo compañero de Ladybug y Chat Noir la había salvado.
Otra vez tenía el mismo sueño. Desde la mudanza, que coincidió con la aparición de este nuevo héroe, soñaba cada noche la misma escena. Ella cayendo y él atrapándola. Le resultaba extraño, puesto que no había tenido contacto con ninguno de los protectores de París. Tanto así que a penas los había visto desde lejos.
- (Nombre), baja a desayunar rápido -.
Mientras se cambiaba de ropa, su teléfono sonó. Y, no era nadie más y nadie menos que su hermano. Contestó y, mientras hablaba, bajó las escaleras hasta el primer piso.
- Buenos días, pato. Espero que estés despierta y en marcha - Saludó Leonardo.
- Estoy en pie, hermano. Tú no puedes decir lo mismo - Burló (Nombre).
La carcajada más escandalosa se escuchó a través de la línea. Sin embargo, la madre, poco entusiasmada por la cruel broma, esperaba a que su hija desayunara.
- ¿Podrías no decirle esas cosas a tu hermano? -.
- Lo siento, mamá. Pero a Leo no le molesta. ¿Verdad? - Consultó.
- No puede molestarme algo que provenga del ser más torpe del planeta, mamá - Respondió.
Ese tipo de relación mantenían entre sí. Se hacían bromas, se apoyaban en lo que fuera y, por sobre todo, se amaban hasta la muerte. La mayoría de pares de hermanos que habían conocido en sus vidas, solían pelear constantemente, sabotearse el uno al otro y demás conductas que jamás habían tenido.
- Dime, niña. ¿Ya comenzarán las clases o qué? -.
- En un par de días, pero lo me lo recuerdes que moriré. Estaré sola sin el tonto León de melena negra detrás de mí -.
Era una realidad, al ser nueva en el Instituto, su vida social se resumía al hermano mayor. Pero, como él no estaría en la misma ciudad que ella durante un par de días más, le quedaba hacer amigos por su cuenta. Le costaba demasiado esa parte, si bien, solía ser bastante agradable cuando la gente se le acercaba, la amistad era un tema aparte. Paranoia, decepciones y desconfianza por su parte, conformaban el cóctel perfecto para que sus amistades fuesen 0.
La mañana pasó volando entre la efímera conversación con Leonardo y la atención del café de su madre "El café Belle's". Y, durante la tarde, se propuso comprar todos aquellos materiales que me faltaban para el inicio de las clases.
La joven, nueva en la ciudad, en su búsqueda del material escolar, tuvo que recurrir miles de veces a la gente que pasaba. Se perdía con facilidad y le costaba ubicarse en los mapas de los trenes subterráneos.- Si, mira. Ahora debes seguir derecho y doblar hacia la derecha en el semáforo, ahí está la mejor tienda de música de la zona -.
En esta ocupación, se permitió cumplir un pequeño capricho. La mudanza no había terminado aún, su habitación estaba casi vacía sin su querido piano. Entonces, para llenar ese vacío de forma provisional, decidió comprar por fin una guitarra. Hacía años que deseaba aprender a tocarla, pero claro estaba que, con las lecciones de piano, audioperceptiva, armonía y el taller de música de cámara, no le quedaba tiempo para otro instrumento. Además, varias veces ya, su madre había dicho que si llegaba con uno nuevo, se iría de la casa con todo e instrumentos.
Gracias a la ayuda de una extraña, ingresó en la tienda. Olía a madera de la buena y eso le gustaba especialmente. Primero preguntó por un instrumento más pequeño, como un ukulele. Pero, al verla, la más bella pieza de seis cuerdas que podía existir, no lo dudó más. Debía ser suya.
Embobada por la nueva "bebé" que compraría, no notó que un joven de cabello teñido fantasía ingresaba en la misma tienda. El muchacho era conocido por los empleados, al punto que le pidieron que les diera una mano. Como era usual, los instrumentos se podían probar y (Nombre) no se iría de allí sin antes escucharla como era debido.- Como aún no sabes tocarla, permítenos ofrecerte la humilde colaboración de nuestro principal comprador - Rió el vendedor ante su propio acento - Luka, tienes que descoserla -.
Y, con a penas los primero tres acordes de la progresión armónica, ella ya sabía que era la guitarra indicada. Pero decidió no interrumpir, la improvisación de aquel chico le llamaba la atención. Se notaba el estudio detrás de su música y eso le encantaba. La gente creativa y, en especial, la melómana, podía con ella.
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🎸☕Tu canción☕🎸
FanfictionESTA HISTORIA ESTÁ ACTUALMENTE EN SUSPENSIÓN. (Nombre), es una chica con un carácter particular y una visión del mundo que no muchos compartían. En su vida, millones de veces prejuzgada, por ser mujer, por ser menor de edad, por tener afinidad hacia...