El sonido hueco de estar parada sobre un barco, aún la incomodaba un poco. O, al menos, eso usaba de excusa para calmar sus nervios de estar sola con Luka en su casa. Tenía miedo de sudar demasiado y quedarse pegada al sofá en lo que su amigo calentaba algo en el microondas. Intentaba con todas sus fuerzas mantener la vista baja y no espiarlo porque, antes, le había dicho que adivinara qué comerían. Pero, por momentos, sucumbía a la tentación de observar, no la comida, sino a él.
La ridícula forma en la que su hermano se refería a ella no le provocaba nada ya, antes era una forma de molestarla con su altura eficiente mientras fueron niños. Pero, al crecer, se había vuelto una costumbre. Claro estaba que, esa confianza tomada por otra persona, probablemente la habría descolocado. Sin embargo, que Luka le dijera "Pulguita", incluso le gustó. Los síntomas de su enamoramiento se volvían cada vez más fuertes, a pesar de sus inútiles intentos de esconderlos.- (Nombre), nada de trampas - Sonrió con la yema de sus dedos por delante.
¡CATCH! Atrapada con las manos en la masa. Rápidamente, desvió la mirada y agachó la cabeza. Y, dentro de sí, comenzó a insultarse exageradamente.
- No intentaba espiar - Se excusó - I promise -.
La vió y enseguida sospechó que se estaba dañando en su propia mente. Así que, se acercó con un pimiento entre manos aún y la besó en la parte superior de la cabeza. Justo donde se formaba el remolino del cabello. Ante aquello, le chica levantó la mirada insegura de lo que debía decir. Pero, al ver sus ojos, con ese tenue brillo en el centro por verla, su vista comenzó a nublarse. No quería llorar, claramente no buscaba eso. Más, la impotencia que le generaba su "humanidad" y esos sentimientos que no quería tener, la estaban volviendo loca. Sin embargo, si existía algo que la hacía sentir peor, era el hecho de que Luka fuera así con ella. Casi parecía que su objetivo era enamorarla. Con cualquier pequeña cosa que hacía, ella se enganchaba más. Estaba cansada.
- Just kiss me, if you're going to do it - Soltó suspirando a la vez.
Los ojos azules del guitarrista aumentaron el tamaño desde el centro, es decir, desde las pupilas. Y, entonces, comenzó a notar un leve temblor que se manifestaba caprichosamente sobre sus manos, casi como si las puertas a un mundo total o parcialmente desconocido se abría frente a sus ojos. Pero, ante una declaración de esas magnitudes, no podía simplemente ignorar lo que estaba solicitando la chica frente a él. Así que, intentando disimular los nervios que empezaban a nacer en el interior más profundo de su ser, colocó ambas manos sobre las mejillas de (Nombre). Ambas miradas se conectaron como con un hilo mágico y ridículamente fuerte.
La percepción del tiempo era una fantasía a esas alturas, puesto que, en definitiva, la absurda lógica de la relatividad les permitía creer que pasaban horas dentro de los segundos. Más, las distancias, se volvían un chiste ante un acercamiento tan pausado y lento. La situación era comparable a la repulsión involuntaria de los imanes con igual carga, aunque en el caso de el guitarrista y la más pequeña, no se tratase de una repulsión. Más bien, la presencia de la inseguridad en ella y los nervios de él, conformaban el cóctel perfecto para que lo tan ansiado se retrasara tanto. Sin embargo, el destino no contaba con ese aspecto explosivo de su personalidad, aquello que la convertía en una líder innata, su tendencia a controlarlo todo. Es por ello que, sin ton ni son, irrumpió en el ritmo pacífico en el que sucedía toda la secuencia e inició lo que ambos querían, un beso.
El sentimiento de paz que inundaba su pecho, ciertamente la desconcertaba. Usualmente, gracias a todo aquello que funcionaba mal dentro de su cabeza, comenzaba a tratarse de "insuficiente". Pero nada de eso sucedía junto a Luka. No se quejaba, en absoluto, simplemente le resultaba curioso. Por otro lado, en el instante que se apartó de ella para comprobar si era correspondido, entró en transe, olvidando durante un segundo que no se quería a sí misma. Egoísta y autoritariamente, se aferró nuevamente a los labios del chico de cabello fantasía. Pudiendo asegurar que, efectivamente, ambos deseaban que pasase.
La inseguridad regresó tan rápido como se había ido, haciendo que lo alejara bruscamente.- Sorry, sorry, sorry... - Comenzó - Yo no debí decirte que hagas algo como eso... Lo siento... -.
Pero, antes de que siquiera pensara en una respuesta, unas pisadas se habían escuchado en la parte delantera de la cubierta. Alguien acababa de llegar. Con la velocidad de una liebre escapando de su cazador, Luka se abalanzó contra el microondas, para sacar las pizzas que había calentado hace aproximadamente 15 minutos.
- Me odias, ¿verdad? - Consultó la chica observando la comida que siempre disfrutaban juntos.
Él, confundido y nervioso por quien pudiese ingresar en la habitación, respondió enseguida.
- Todo lo contrario, te has convertido en la canción que quiero comenzar a escribir -.
- Yo... me refería a la pizza - Contestó con las mejillas y nariz rosadas - Mi camiseta es blanca, y ya sabes lo torpe que soy -Rió de manera forzosa.
En ese mismo instante, Juleka ingresó sin ningún tipo de freno, encontrándolos en una situación extraña a sus ojos.
Casa de Tim
La pequeña habitación de paredes naranjas se encontraba totalmente en silencio, a excepción de los controles de la consola. Ambos chicos, tanto Tim como su nuevo amigo, Leo, intentaban no entablar conversación amigo. Simplemente, por el hecho de no querer entrar en el tema de conversación menos oportuno del momento. Más, eso no evitaba que el más alto pudiera hacerse mucho daño por dentro de su cabeza. Así era, al igual que su hermana pequeña, también poseía bichitos que le carcomían con ansias cada gramo de salud mental que poseía. Claramente, la personalidad explosiva y deslumbrante no era mentira. Pero, como todo el mundo, se trataba de un ser polifacético, con sombras y luces que encantaban especialmente al joven de gafas. Tal cosa se evidenciaba en las miradas que le dedicaba cada cinco minutos mientras jugaban. Y no, no es que su fiebre por la pequeña (Nombre) se hubiera pasado en un abrir y cerrar de ojos, para nada. Él mismo declaró que sentía atracción física hacia ambos. La diferencia radicaba en la relación con cada uno de ellos. A la más pequeña, la conocía desde antes, incluso se habían vuelto amigos. En cambio,con respecto a Leo, su relación se podía resumir a las interacciones de "fan" que tenían por redes sociales. Más, cuando comenzaron la escuela, eso cambió drásticamente. Ese lado extrovertido e increíblemente magnético del rockero, contrarrestaba a la perfección con lo reservado que solía ser.
- Gafitas - Llamó - ¿Quieres dejar de verme así? Se siente extraño - Rió.
- Disculpa, solo pensaba un poco en ti - Contestó con total sinceridad.
No pasaba demasiado seguido, el sonrojo en las mejillas de Leo era un evento tan extraño como el cruce de un cometa.
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Muy buenas, personitas.
Quería preguntarles una cosa. ¿Quieren que desarrollemos un poco de LeoxTim? O simplemente hacer como que salen y ya. Claro está que, no se volverían la historia principal xd Sería para cambiar un poco el enfoque, que pase el tiempo o para relajar. ¿Qué dicen?
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🎸☕Tu canción☕🎸
FanficESTA HISTORIA ESTÁ ACTUALMENTE EN SUSPENSIÓN. (Nombre), es una chica con un carácter particular y una visión del mundo que no muchos compartían. En su vida, millones de veces prejuzgada, por ser mujer, por ser menor de edad, por tener afinidad hacia...