Capítulo 8: Sublime

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Luka observaba expectante la escena. Tim, quien presumía ser su competencia, ni siquiera era reconocido. Las chicas no entendían nada, así que, como buena hambrienta, Alix sacó una bolsa de papitas de las cuales todas comieron.

- Bonitas, ¿me dan una? - Solicitó Leo.

- ¿Tú quién eres? - Cuestionó Alya.

- El hermano del duende de ahí -.

Inmediatamente, Marinette le acercó la bolsa entera de papitas para que comiera cuantas quisiera, sin dejar de ver la situación.
Luka y Nathan, por su parte, estaban en completo silencio.

- Quizá, si hago algo como esto... Podrás reconocerme -.

Poco a poco, el chico de lentes, se acercó más a ella, a su rostro, su boca. (Nombre) no podía moverse por voluntad propia, no entendía nada. Pero, en el segundo que se rozaron sus labios, ella se echó hacia atrás por inercia. Su mano calló sobre  unas teclas del piano, trayéndola de nuevo a la realidad.

- Ehhh... Yo... Que... ¿What the hell is happening here? -.

El hecho de cambiar el idioma denotaba su nivel de nervios, y los tres chicos lo sabían.

- No tienes que ponerte así conmigo, belleza - Dijo él al tiempo se acercaba nuevamente.

Sin embargo, su acción no fue concretada. Nathan, que ya no le parecía muy buena idea dejarlo así, lo arrastró hasta afuera del camarote.

- Hermano, no puedes ser un virgen y un acosador -.

- Suéltame, pie de atleta -.

- Tendrás que rezarle a Darth Vader para eso -.

Con esas simples palabras, la pequeña entendió todo.

- ¿Tim? -.

Sus ojos brillaron, aunque las gafas no permitieran verlo. Ella sabía quien era, lo reconocía, ya era feliz. Pero eso no impidió que su primo se lo llevase fuera igualmente.
La habitación de los Coffaine se quedó en completo silencio. Tan solo se escuchaba el crujir de las papitas que Leo y Alix seguían comiendo.
(Nombre) no podía ni ver siquiera a su amigo a la cara, o a sus compañeras, o su hermano. Luka entendía perfectamente que ella no había hecho nada, pero tenía su propio dilema. Marinette, la chica que  le gustaba, y (Nombre), la chica que acababa de conocer, estaban en el mismo espacio físico.
Juleka, como buena hermana, le hizo una especie de señal a su hermano, indicándole que esperara unos segundos más. Y, sin más, tomo a (Nombre) de la mano y la sacó de ese ambiente tan tenso.

- Gracias... Jul... - Dijo ella sin mirarla.

- No te preocupes -.

Tan pronto como la dejó sentada con la vista al río, caminó hacia su mamá, y le pidió, como gran favor, que llamase a Luka desde ahí.

- LUKAAAAAAAAA, VEN AQUÍ, MARINERO - Gritó.

El chico de cabello azul corrió enseguida, dejando a las compañeras de su hermana con Leo. Anarka dejó en manos de Juleka la situación y se fue a su camarote.

- Jul, ¿qué sucede? ¿Y mamá? -.

- Me lo agradecerás luego -.

Y, sin decir nada más, los dejó solos en la cubierta.

• Habitación de los Coffaine •

- Entonces... ¿ustedes son compañeras de mi hermana? - Preguntó Leo.

Las chicas lo miraron, y voltearon a ver a Marinette, que parecía que se desmayaría en cualquier momento.

- Si, así es - Respondió Alya - Y tú de Luka, ¿verdad? -.

El más alto asintió con la cabeza.

- Dime, ¿ellos son algo? - Indagó la de lentes.

Obviamente, como Leo era brujo, ya sabía lo que pasaba. A la chica de las coletas le medio gustaba el azulito, pero él no sabía muy bien que hacer.  Eso mucho no importaba, Leo declaró que estarían juntos, y así sería.

- Lo serán - Volvió a declarar.

- Ya lo veremos -.

• Cubierta •

Los minutos habían estado pasando, y ninguno de los dos decía nada. (Nombre) sentía que iba a vomitar en cualquier momento.

- Para ser sincera... jamás creí que él tuviera ese tipo de interés en mí - Confesó ella.

- No te creo - Respondió Luka entre risas, dada la evidente inclinación de su amigo.

- Te lo juro, jamás - Volvió a decir.

Ambos se miraron y, por solo unos segundos, todo el lío de situaciones que tenían cada uno, se esfumaron.

- Yo se que no es un buen momento - Inició (Nombre) - Pero... ¿tienes planes para el fin de semana? -.

Luka aceptó su invitación antes de que ella pudiera decirla. Mucho no interesaba el hecho de que Tim intentase besarla, o la presencia de Marinette. Ellos se llevaban demasiado bien, y esas cosas no les afectaban por el momento.

- Te encantará, son demasiado buenos, unos fenómenos - Habló ella sobre el concierto al que quería ir - ¿Quieres escuchar una? -.

Su amigo no pudo negarse, sus ojos brillaban como los de un niño pequeño en juguetería. Ella puso una canción, que los transportó inmediatamente al espacio.

- Amo esto... y a la vez quiero saltar del barco - Suspiró - Sublime... -.

Él simplemente sonrió como respuesta, la miraba por el filo del ojo. Estaba tan calmada por fuera, y eso le generaba paz. Sin saber muy bien el porque, sus brazos la rodearon por los hombros. Su corazón empezó a latir deprisa... Parecía que alguien estaba entrando en él.

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