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TAE





Tres toques escuchó el pelinegro provenientes de la puerta de su hogar, se levantó del sillón y fue directamente a abrir.

—Paquete para Jeon Jungkook —dijo aquél hombre de no más de cuarenta años, era el cartero.

—Sí, soy yo.

—Bien, firme aquí por favor —señaló el papel que tenía en una libreta, le extendió su lapicero y el menor lo tomó al igual que la libreta, para así terminar firmando. —Listo, aquí está su paquete.

—Gracias, hasta luego —el hombre asintió y se fue, Jungkook cerró la puerta y se dirigió a su habitación.

En el transcurso trató de recordar qué era aquel paquete de tamaño mediano, pero simplemente nada venía a su cabeza.

Lo dejó sobre la mesa y seguido a esto fue a su escritorio por un cúter para abrirlo. Comenzó a abrirlo con cuidado y, una vez hecho, comenzó a quitar el papel con burbujas que cubría una bolsa, la tomó entre sus manos y la sacó de la caja, así dándose cuenta de lo que era...



















































































La máscara...




































































A su parecer aquella cara de silicona resaltaba muy bien los rasgos de Jimin, sin duda había sido una gran opción.

Buscó su teléfono en su bolsa trasera del short que traía, lo tomó y lo desbloqueó, yendo directamente al chat con el castaño.














































































Kookie Hyung🍪
¡Taeeeeeeeeee!

Acaba de llegar la máscara.
05:43 p. m.







































































Bien, ahora sólo tenía que esperar a que el menor contestara. Mientras tanto, se echó en su cama, y supongamos que no es tan apegado a Yoongi, y que no se durmió en menos de cinco minutos con sólo mirar al techo de su habitación.



















































































¿Qué hora era? No lo sabía, sólo se había despertado queriendo ir al baño, así que eso fue lo que hizo, se levantó y fue directo al baño.

Una vez terminó sus necesidades, fue directo a su cama nuevamente, entre la oscuridad pudo ver su celular, lo agarró y lo prendió.

11:28 p. m.

Bien, había dormido por más o menos cinco horas y media, o algo así, se talló su ojo derecho y bostezó, prendió la lámpara de su teléfono y se dirigió a la planta baja, exactamente a la cocina, porque ¿quién no tiene hambre después de dormir? Bueno, definitivamente Jungkook sí que tenía. Antes de entrar pudo escuchar unos crujidos, ¿acaso eso era una rata? Esperaba que no, su mirada fue directamente al refrigerador, el cual se encontraba abierto, caminó sigilosamente, claro que ya sabía quiénes eran aquellas "ratas", y en menos de un segundo se colocó detrás de los pequeños.

—¡Boo! —y eso fue suficiente para que sus hermanos comenzarán a gritar como locos. Y él, por supuesto, había comenzado a reír hasta el punto de casi caer al suelo por inercia.







































































¿Que si había dormido mucho?

Nah, al menos eso era lo que él pensaba; porque dormir casi durante doce horas no era mucho... ¿cierto? No lo juzguen, él ama dormir, pero para su mala suerte existen las estúpidas alarmas, las cuales rompen tus maravillosos sueños. Pero bien, el problema no es ir a la escuela después de haber tenido un día sin clases ni práctica de hockey, el problema es levantarse; en otras cosas, el castaño tomó su teléfono y revisó sus notificaciones.

Kookie Hyung, un mensaje; leyó, tocó la notificación e inmediatamente lo llevó al chat.

Abrió los ojos en grande, realmente pensaba que lo de la máscara era sólo una broma, pero ahora sabía que no. Respondió y, después de ello, se levantó para tomar una ducha.




































































—Pensé que era broma, Hyung —dijo todavía viendo al maniquí con la cara de Jimin.

—Seh, ya sé que da un poco de miedo, pero te vas a acostumbrar... Espero... —aquello sonó más como un susurro.

—Entonces, —volteó a verlo —¿cuándo comenzamos? —el pelinegro lo miró y le sonrió.

—Ahora.




































































—Hyung, con usted siempre hago las cosas más extrañas de mi vida, lo juro.

—Digo lo mismo; nunca en mi vida me hubiera visto ayudando a alguien con su crush, y que haya sido mi idea que estés intentando tener una cita con un maniquí —suspiró. —Ahora, pídeselo.

—Pero, ¿cómo?

—Bien, eso es algo que en definitiva no había pensado... A ver, ¿qué haría yo? -se preguntó poniendo una de sus manos bajo su barbilla y alzando una de sus cejas.

Misión TaeMin [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora