[13]

4.2K 556 135
                                    




TAE / ALIEN








La hora en su celular marcaban las 04:25 p. m. Se encontraba sentado en la banca del parque que le había dicho Jungkook, con ropa deportiva, por supuesto.

Ahora sólo esperaba al pelinegro, el cual le había avisado que ya estaba cerca.

—Espero que estés listo... para tu muerte —dijo el chico frente a él con un tono de voz como la de un villano, cosa que realmente hizo sacarle una risa al castaño —se supone que deberías de haberte espantado, no reírte —rió.



























































Este tipo es todo un personaje; habló con burla.

Pensé que era más rudo y resulta ser un idiota; respondió el otro.
























































—Hyung, ese tono de voz no es para nada villanesco —le sonrió.

—¿Villanesco? —alzó una ceja divertido, y el menor asintió. —¿Esa palabra si quiera existe?

—No lo sé, pero fue lo primero que se me ocurrió —hizo un puchero, acción que hizo soltar al azabache una sonora carcajada.

—Como sea, hoy vamos a hacer ejercicio —dijo después de un rato —levanta tu trasero y empecemos a trotar.

—Está bien.

Taehyung se levantó, y Jungkook le indicó que trotarían por quince minutos, y luego de ello empezarían a hacer su rutina.

Y aunque el castaño no reprochó, sabía que al día siguiente sí que le dolería su hermoso cuerpo.





















































Sólo siete minutos bastaron para que el pequeño castaño ya no pudiera ni con su vida.

¿Dónde había quedado toda su condición física?

Seguro que estaba en todas las frituras y refresco que comía a diario.

Si bien él era un chico delgado, tras esas holgadas camisas que usaban se encontraba un cuerpo lleno de rollitos, resultado de su mala alimentación. La comida y dormir eran su perdición, y contando que prácticamente vivía sólo con su mayordomo, y que este era el encargado de más cosas que ver si comía o no, pues no le tomaba tanta importancia si lo hacía o no.

Pero a pesar de que sus piernas lo estaban matando, y su respiración comenzaba a fallarle, no perdió la dignidad y terminó los quince minutos.

Una vez terminó, se tiró al pasto tratando de normalizar su respiración.

—No seas exagerado —rió el chico parado frente a él —parece que corriste un maratón.

—Puede que no, pero me estoy muriendo —dijo una vez su respiración se controlaba, limpió con su mano su frente sudada, no le daba en lo absoluto asco el sudor, pero cada vez que lo pensaba bien, le encantaría estar tomando una ducha en esos momentos.

—Párate, sino no te servirán los quince minutos —Taehyung asintió y se levantó —mira ahora haremos...

Y por último el castaño se vio desfallecer al ver todas las actividades que tendría que hacer aquél día...





















































Misión TaeMin [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora