[40]

4.6K 677 348
                                    




¿?








Extrañamente, su cuerpo le dolía como si lo hubiesen apuñalado con una daga en el pecho. Su cabeza no dejaba de dar vueltas, y su mente divagaba.

Yacía unas horas que las lágrimas habían dejado de caer por sus ojos, sin embargo, ahora los sentía picar; los tallaba cada cierto tiempo con sus dedos procurando no hacerlo tan fuerte.

Habían pasado dos días desde la cita de Taehyung, y no había ni un sólo mensaje de este, ninguna señal, ningún nada.

No sabía qué es lo que realmente lo hacía sentirse tan mal.

El hecho de que Jimin le correspondiese a Taehyung, o que el castaño no se hubiese detenido un minuto para mandarle un mensaje.

Pero ahora que lo pensaba bien, ¿qué es lo que realmente haría si los viera juntos?

Sus ganas de llorar se hicieron presentes nuevamente, y el nudo en su garganta cada vez lo consumía más, su respiración fallaba a ratos, y cientos de papeles yacían en el suelo con el resto de su secreción nasal.

Le había mentido a sus padres con decirles aquello de que venían los exámenes y él estaba concentrado en seguir con su promedio, pero vamos, en aquellos fatigosos días, no había ni abierto su mochila.

Se hizo un pequeño ovillo recordando la hermosa carita del menor sonriéndole, haciendo una mueca o simplemente siendo él en su propio mundo cuando hacía un adorable puchero; sonrió inconscientemente.

Sus ojos volvieron a picar y nuevamente la opresión en su pecho se hizo presente. Jaló un poco más sus sábanas hasta dejarlas un poco más arriba de su mandíbula.

La noche era fría, y el sonido de algunas gotas de lluvia chocando contra su ventana era lo único que podía escuchar.

Era una escena melancólica.

Recordaba con anhelo los momentos que había pasado con su Taehyung.

Corrección. Taehyung. Él no era dueño de Kim para proclamarlo como suyo.

Talló con sus dedos sus ojos nuevamente, sabía que en unas horas cuando tuviese que ir a la escuela se vería fatal, y tendría que ir a la habitación de su madre para ponerse algún producto que disimulara sus marcadas ojeras.

Se sentía como la peor mierda del mundo.

No por no ser correspondido, sino por darse cuenta de sus sentimientos y no alejarse antes de salir lastimado.

Lástima que ya era muy tarde.

Se encontraba en su cama como un estúpido cobarde, llorando por su primer jodido corazón roto.

Y para nada le favorecía que en su cama, a un lado de él, se encontraran varías fotos impresas del castaño junto a su lado.

Si tan sólo no se hubiese enamorado de un corazón que ya estaba ocupado...

Jamás había pensado en la posibilidad de querer ser alguien más, siempre se había aceptado tal y como era

Pero joder, cuanto deseaba ser Park Jimin en estos momentos.




























































Secó su cabello con la toalla que yacía a un lado de la regadera. Caminó hasta estar frente a su espejo, y pudo notar las bolsas remarcadas que tenía por debajo de sus ojos, al igual que estos estaban rojos y, por supuesto, hinchados.

Misión TaeMin [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora