Parte 40: Japón

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POV KAI





Días difíciles quizás no era el significado apropiado para los últimos días... Quizás le vendría mejor un título de película, algo así como "La cara del terror" o "La jungla 2.0", pues entre mi cara y la pocilga en la que se había convertido mi habitación los últimos días, era difícil saber si dentro de esas cuatro paredes vivía un chico de dieciocho años o una especie de insecto creado por el mismo Franz Kafka. En serio, había veces en que la locura en mi cabeza era tal, que había comenzado a llamarme a mí mismo Gregorio Samsa y a compararme con una cucaracha aislada de la sociedad.

En fin. El punto de todo esto es que estaba literalmente en la mierda, mi condición solo empeoró cuando escuché a ChanYeol ir a casa y hablar con papá YunHo. Me mantuve escondido tras el muro al término de las escaleras en el segundo piso para poder oír la conversación, encerrándome en mi cuarto con una mezcla de rabia y tristeza dirigida hacia quien había roto mi corazón en dos ocasiones, porque no entendía cómo era posible que pudiese actuar tan bien sin sospechar de nada ante las cosas que mi padre le había mencionado (por más que le pedí cerca de un millón de veces que no le hiciera ningún comentario de ese tipo, lo hizo de todos modos). Me había acostado una vez más bajo las frazadas fingiendo estar dormido cuando mis padres entraban a verme, y bajando las escaleras hasta el comedor cuando mi estómago me regañaba diciendo que era suficiente de dramatismo y que lo alimentara. Y es que estaba deprimido, pero aún no enloquecía al punto de no querer comer.

Mi estado de autocompasión y aislamiento con el mundo cesó cuando se publicaron los resultados del examen de ingreso. Esa mañana los problemas volaron de mi mente y todo en lo que podía pensar mientras encendía el computador con mis padres escoltando la pantalla, era en las palabras y números que me dirían si apliqué o no a mis postulaciones.

—No puedo hacerlo. — Dije luego de diez minutos de estar intentando abrir la página, papá JaeJoong ya me había pegado cerca de tres veces por mi nerviosismo, pero él no había dejado de morderse las uñas y me hice una nota mental de recordárselo cuando anduviese por la casa quejándose de sus "horribles" manos.

—Por Dios, JongIn. Hazte un hombre de una vez e ingresa a la maldita página.

—¡YunHo, no le hables así a tu hijo!

—¡Pero es que ha adoptado los mismos males que tú! Tanto sufrimiento por algo que podemos solucionar de inmediato. — Nos quitó el computador a ambos. Hice un puchero ante su brusquedad, y es que aceptaba que en casos así me gustaría ser más práctico y conciso como papá YunHo, y no tan dramático y nervioso como papá Jae.

La cosa es que papá YunHo comenzó a teclear mi usuario y contraseña (se la había aprendido luego de que yo mismo hubiese ingresado tantas veces en sus narices al sistema), y esperó tranquilamente a que la página acabara de cargar los resultados.

—Si no aplicaste te das un año sabático y ya está, encontraremos algún instituto de reforzamiento que te prepare para el examen del siguiente año, no vas a ser menos astuto que el resto de los chicos de tu edad simplemente por tomarte un año. — Dijo papá YunHo. No me agradaba esa idea, pero tampoco me agradaba el tener que escoger entre profesiones que jamás habían estado dentro de mis gustos solo por no tener el puntaje suficiente. — Aunque no va a ser necesario... Has obtenido buenos resultados, hijo. ¡Felicidades!

Me quedé en blanco en ese momento mientras mis padres me abrazaban, y cuando logré mirar la pantalla descubrí que no solo me había ido excelente en el examen, sino que además tenía los criterios necesarios para estudiar en la Universidad nacional de Seúl, Yonsei y Korea. Era un mérito que no me esperaba, sobre todo porque todo coreano esperaba en su época de estudiante ingresar a alguna de esas universidades, pues te daban el prestigio necesario para comenzar tu vida laboral con el pie derecho.

Don't deny it [ChanKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora