Don't deny it [ChanKai]

Parte 5: Secretos

POV KAI

La conversación con ChanYeol me había tomado desprevenido, en primer lugar, porque no solía ser tan abierto con mis cosas con gente con la cual jamás conversé antes.

Por otra parte, me sorprendió el hecho de pillarlo mirándome en un par de ocasiones, pero era una mirada distinta, no era las típicas que me daban en la escuela de curiosidad y ganas de saber qué pasaba conmigo realmente, tampoco era esa mirada de asco que muchas veces había recibido, sino algo diferente.

Como admiración. Y aquello no podía ser más extraño.

También me sorprendí a mí mismo devolviéndole aquella mirada. Me causaba risa el cómo sus ojos se abrían más de lo necesario cuando estaba avergonzado, o el cómo su amplia sonrisa le hacía parecer un maniático. A pesar de todo eso era guapo... Tenía una buena apariencia.

—¿Tierra llamando al negro? Si me vas a ignorar mejor me voy a casa, ¿Qué te ha dicho ChanYeol que te dejó tan pensativo? — Y por algún motivo aquella pregunta me descolocó, me sentía nervioso y desvié la mirada de mi mejor amigo, encogiéndome de hombros para aparentar tranquilidad.

—Él fue amable, dijo que no tomara en cuenta a nadie y ese tipo de cosas. Lo mismo que me has venido diciendo tú desde siempre. — Le dije con una risa divertida, pasándole un brazo por los hombros. — ¿Qué vas a cocinarme, eh? Muero de hambre.

—No tengo ganas de hacer algo elaborado, así que solo será Kimchi ésta vez. — Me encogí de hombros, cualquier cosa que preparara Kyung resultaba ser deliciosa de todas formas; tenía manos de ángel para la cocina.

Al llegar a casa, Kyung subió directamente a mi habitación a cambiarse el uniforme, tenía unas cuantas prendas guardadas aquí que papá Jae insistía en mantener limpias cada vez que Kyung se quedaba; ellos lo querían como un hijo más. Cuando ambos estuvimos vestidos con ropas casuales, nos sumergimos en la cocina a preparar la cena, aunque no era de mucha ayuda al menos seguía las instrucciones que mi amigo me daba, de esa forma no se enfadaba y todo seguía en armonía.

Casi entrada la noche hicimos los deberes de la próxima semana, de esa manera teníamos menos preocupaciones para la semana entrante, es por ese motivo que mis padres decían que estar con Kyung de amigo me hacía bien, él sin duda era muy aplicado y me obligaba a estudiar las materias antes de un examen, por lo que mis notas eran buenas, no sobresalientes como las de KyungSoo, pero eran bastante buenas.

A las ocho y media en punto mis padres ingresaron a la casa conversando y riendo entre ellos, acercándose a nosotros apenas nos vieron sentados en la alfombra con cuadernos desparramados en la mesa de centro.

—¿Estudiando ya? ¿No deberían descansar el fin de semana? — Dijo papá Yunho, revolviéndonos el cabello a ambos.

—Quién te entiende, cuando no hago mis deberes te quejas y cuando los hago adelantado, dices que debería descansar. — Me quejé en broma, ganándome un suave golpe en la cabeza proveniente de Jae.

—Te he dicho que no le hables así a tu padre. — Me advierte, inclinándose luego para besar mi mejilla y la de Kyung. — ¿Cómo estuvo el...? ¡JongIn! ¡¿Qué te pasó en la cara?!

Miré con cara de espanto a KyungSoo, sin duda nos habíamos olvidado del golpe durante toda la tarde y olvidé ponerme una bolsa con hielo que bajara la hinchazón, por lo que de seguro ahora estaría mi labio bastante inflamado.

—Accidente en el taller, nada más. No tienes que preocuparte, papá. — Intenté calmarlo, pero solo logré que se acuclillara a mi lado y me observara la cara detenidamente, odiaba ver ese gesto de preocupación en sus bonitas facciones. — Estoy bien, de verdad.