POV CHANYEOL
La vida continuaba, y con ello los meses se vinieron encima arrastrando consigo un montón de cosas.
Ya estábamos a noviembre, a tres días de mi cumpleaños número diecinueve y creo que era el primer año que no me sentía emocionado por ello.
En resumen, estos meses no habían sido muy distintos a los anteriores. Finalmente me había mudado de casa de YiFan para irme a vivir con Yoora a un departamento pequeño pero muy cómodo y bonito. Tenía mi propio cuarto, y aunque debíamos compartir el baño, habíamos superado esa etapa recordando lo mucho que discutíamos por ese motivo cuando éramos pequeños y vivíamos en casa de mis padres.
Con mamá las cosas iban bien. Me había pedido en un par de ocasiones más que volviera a la casa, que yo pertenecía a ese sitio y que mi padre ya estaba asimilando la situación. Pero me negué el mismo número de veces en que me lo ofreció, pues ya no deseaba vivir con ellos, no importaba cuán difícil fuese vivir solo, no podía volver al techo del cual me corrieron cuando supieron quién era realmente, aunque los había perdonado, una parte de mí siempre estaría dañada luego de ese día.
Yoora actuaba como una verdadera madre. Se aseguraba de hacer la comida para los dos y así poder llevar para el almuerzo a la universidad y ella a su trabajo. Yo preparaba la cena si es que lograba estar en casa antes que ella, recibiéndola tan cálidamente como podía, pues como siempre estaba siendo un pilar sólido en mi vida y me apoyaba en mis decisiones sin cuestionarme nada, incluso había mencionado que no me dejaría volver a casa de nuestros padres, pues ella estaba enojada con papá por haber actuado de esa forma conmigo, alegando que no le cabía en la cabeza cómo nuestro progenitor podía tener una mente tan retrógrada.
Claro que eso lo decía al estilo suyo, con sus gestos exagerados y esa voz chillona repleta de indignación pero que yo amaba, la había extrañado tanto que vivir con ella de nuevo era como volver a los viejos tiempos.
Con YiFan seguíamos viéndonos tan seguido como siempre, con Kyung y Baek nos reuníamos al menos una vez por semana para despejarnos de los deberes y ponernos al día con distintas cosas, pero ellos al igual que yo, habíamos caído en una especie de luto respecto al tema de JongIn. No se tocaba, ni siquiera salía a colación en nuestras conversaciones y a pesar de que al comienzo me había resultado agobiante, con las semanas aprendí a acostumbrarme, a reprimir esos deseos gigantes por saber de él. Pensé que de haber ocurrido algo nuevo los chicos me lo habrían dicho, pero si no era así, asumí que fue porque JongIn y Chen seguían en su relación, y aunque la idea me hiciera aún arder en celos, debía admitir que me alegraba en cierta parte que él estuviese bien con otra persona.
Volviendo al hoy, me había hecho buenos amigos en el campus. KiBum había terminado prendiéndose a mí como si fuese el único "merecedor" de su amistad, y con el tiempo logró arrastrar a su novio hacia nuestra mesa en el almuerzo, y éste último trajo consigo a su mejor amigo, por lo que ya éramos cinco compartiendo diariamente, con quienes logré forjar un lazo de amistad.
Para el segundo trimestre, mis horarios y los de YiFan al menos coincidían en la hora del almuerzo, por lo que no faltó tiempo para que se reuniera con nosotros en la mesa, llevando consigo a aquel chico que había conocido en la escuela, ZiTao, quien estaba estudiando lo mismo que mi amigo.
Al comienzo se me hizo extraño hablar con ZiTao, pues su rostro no concordaba con su dulce personalidad, además de que era chino y aún tenía un acento extraño que solo se hacía más divertido cuando decía mal alguna palabra.
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Don't deny it [ChanKai]
FanficCasi por ley, la vida escolar podía ser de dos maneras para los adolescentes: Buena o mala. No existe el gris en aquel universo de jóvenes donde ser popular es todo a lo que aspiras, y lamentablemente, no todos lograban encajar en aquel grupo. Kim J...