Don't deny it [ChanKai]

Parte 41: Un futuro

POV CHANYEOL

Los exámenes finales habían terminado y las vacaciones ya me visitaban desde hace tres días. Aunque no era demasiado diferente, no estaba haciendo nada productivo o recreativo, pues me la pasaba en la universidad cumpliendo horario en la biblioteca ya que aún había alumnos que asistían a sus clases recuperativas pese a las vacaciones, y luego de eso solo me devolvía al departamento en donde me quedaba en mi cuarto hasta que Yoora llegaba y cenábamos. Era una rutina aburrida y sin sentido, me estaba consumiendo, sobre todo porque había intentado comunicarme con JongIn en todo este tiempo, pero era inútil. Los primeros días era como si en verdad la vida me jugara en contra al no poder comunicarme o simplemente él rechazaba mis llamadas. Eso fue al menos hasta que cambió de número. Eso sí fue un golpe bajo, un claro "ChanYeol vete a la mierda, desapareceré del mapa" que estaba cumpliendo muy bien.

KyungSoo seguía sin querer darme información. BaekHyun aseguraba no saber dónde estaba JongIn, solo sabía que estaba bien y era todo. Y YiFan había estado viajando a China para reunirse con su novia y conocer a la familia, por lo que estaba más ocupado en caerle bien a sus suegros que en saber el paradero de mi exnovio.

Ni hablar de acercarme a la casa de JongIn. Lo había intentado en un par de ocasiones, pero parecía no haber nadie en casa, y luego de que YunHo me retó a dejar de perseguir a su hijo no me quedaba de otra que aceptarlo. Agachar la cabeza y tratar de continuar con mi vida.

—Iré dónde papá y mamá, ¿Vienes conmigo? — Yoora se asomó en mi cuarto y se apoyó en el marco de la puerta, mirándome con los brazos cruzados y esa melena suya perfectamente peinada, como cuando iba a la oficina.

—No tengo ganas. — Respondí, aún con el teléfono en mis manos vagando por la web, sin encontrar nada interesante más que algunos videos graciosos que me sacaban de mi lamentable estado.

—Será solo un rato, iré a cenar con ellos y regreso. No hay comida para ti aquí, por lo demás. Vamos, Chan. — Insistió claramente con el objetivo de que aceptara aquella salida, pero seguí firme en mi posición y volví a negar con la cabeza. No tenía ánimos de salir y mucho menos a casa de nuestros padres. Las cosas con papá aún estaban tensas y a pesar de que había prometido aceptar la "condición" de su único hijo varón, no desaprovechaba oportunidad para lanzar cometarios ácidos dirigidos en mi contra.

Por ese motivo prefería no ir demasiado a casa, y si iba lo hacía preferentemente cuando mamá estaba sola.

—Aish, está bien. Quedó kimchi de ayer en la nevera. —Yoora dijo haciéndome reír.

—Eres la mejor, hermanita. Te amo. — Ella balbuceó algo acerca de que era un mocoso estúpido y luego se marchó, dejándome nuevamente solo en el departamento con el silencio calando profundo en mis oídos.

Llegó el momento en que se me hizo insoportable seguir haciendo nada, más porque me dedicaba a pensar en quien no debería. Me senté en el escritorio y saqué la computadora para avanzar el proyecto que había dejado abandonado desde el inicio. Se supone que debíamos ir escribiendo una clase de bitácora, pero solo había escrito un par de páginas cuando me di por vencido y lo dejé abandonado sin ánimos de continuar. Sin embargo, repentinamente habían florecido aquellas ganas de explayarme de la manera que siempre había conocido; por las letras. Tomé un profundo suspiro antes de comenzar a teclear velozmente, las ideas se agolpaban en mi cabeza a la par que las situaciones revivían como si fuesen recientes, plasmándolo todo en esas cuántas líneas que, aunque fuese un proyecto de universidad, se estaba llevando todo mi esfuerzo.