–¡Lovino, Feliciano! ¡Tenéis que salvar a "vuestra hermana" de su secuestrador, el príncipe de los koopas!–Exclamo un pequeño chile que llegó corriendo al lado de los mellizos italianos.
Los hermanos italianos corrieron hacia el castillo para defender su hogar, al llegar demasiado tarde tan solo vieron a su "hermana" dentro de el medio de transporte "encadenada" a el malvado príncipe en un lugar demasiado lejos para poder atacar.
–¡Estupidos italianos! No podréis liberar a "la princesa" de los Solanáceas.–Hablo de manera fuerte el rubio logrando que se le escuchará perfectamente.
–¡Lovi, Ita-Chan salvarme!–Excalmo el chico que se encontraba vestido de princesa por el juego de rol que estaban haciendo en ese momento.
El príncipe de los koopas pegó un tirón a las cadenas de "la princesa" causando de que se desestabilizara.
El príncipe koopa llevaba una ropa que la gente poco informada llamará punk o rockero, el llevaba un chaleco de taje de un color rojo tinto el cual tenía un extraño collar de cuero con pinchos, aparte de eso lleva unas tiras que colgaban de si torso el cual sostenía una de sus mejores armas, un caparazón con espinas en el cual se apoyaba de su gran espalda. A parte de eso él tenía unos extraños cuernos amarillos los cuales no se notaban mucho al ser confundido con el pelo por su apariencia despeinada y salvaje.
Un dúo de carcajadas sono cuando un par de personas entraron en el castillo.
–Has tenido una idea muy buena para gastarles una broma a tus hermanos.–Respondio el rubio con lágrimas en los ojos por la risa que le había dado esa broma.
–Es una buena broma cuando quieres anunciarle a tus hermanos que por torpes y por estar coqueteando con todas las chicas del el Reino de Rosaceae, el cual gobierna João no se hayan dado cuánta de nuestra invitación de boda ni de nuestra boda causando rumores que han llegado incluso al Reino Sapindaceae en un día.– Respondió el moreno con una sonrisa gatuna inclinando su cabeza a la derecha por unos milímetros, por ese movimiento sus pendientes de clip se balancearon.
El rubio ensanchó su sonrisa mostrando sus filosos cánidos.
–Hey, hoy se supone que es nuestra noche de bodas.–Hablo el rubio con una sonrisa pícara.
El de piel bronceada sonrió, inmediatamente se fueron corriendo a sus aposentos.
–Maldicion, esas jodidas escalera son más grande que la gilipollez de los patateros.– Murmuró el mayor de los hermanos italianos agotados de el enorme tramos de escaleras.
El menor de los italianos aún lagrimeava de la "tortura" que estaban pasando para "rescatar" a "la princesa".
El más altos de los italianos abrió la enorme puerta con dolor y cancancio para entrar en ese castillo.
El castillo estaba desértico, ni guardias, ni trabajadores, nada.
Se acercaron rápidamente a la puerta donde se encontraban los recién casados, de inmediato se les quito todo el color de la cara al notar que los gemidos que supusieron que eran de dolor eran el otro tipo de gemidos. Al darse cuenta de eso corrieron a una velocidad sorprendente hacia su reino tardando un tercio de lo que tardaron en llegar por el mismo camino.
Los vídeos en los cuales me inspirado.
Quién me a ayudado con la historia LaPataPalo.
