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Ya había pasado cierto tiempo desde que Kaneki salió del hospital, eso estaba bien, pero desde aquello puso distancia entre nosotros y eso, dolía.

Me sentía solo, pues Kaneki estaba casi siempre en el Anteiku, ya no sólo como cliente, sino también como parte de ellos, y en sus ratos libres siempre había una excusa muy creíble para evitarme... ¿Tan malo es estar conmigo ahora? Tal vez era así, ya que ahora tenía más cercanía con los miembros del Anteiku, además de que no pasaba de desapercibido las miradas que posaba en la peli morada, es decir, Touka.

Aún no me quedaba del todo claro del por qué mi amigo ha estado tan distante, si soy un estorbo, entonces que me lo diga. Si prefiere a Touka o estar acompañado de los demás y quiere excluirme, lo acepto, pero quiero saber el por qué me evita.

Esa es la razón por la cual me encuentro en el Anteiku con esta chica.

—Oye, Hide chan ¿No podemos ordenar ya?— Preguntó la castaña que se encontraba al lado del rubio.

—Ah sí, en un segundo... Touka chan~— Lo peor de todo es que Touka... Me agrada.

—¿Qué desean ordenar?— Preguntó amablemente la chica antes mencionada, dirigiéndole una sutil sonrisa a Hide.

—Quiero un café y una rebanada de pastel de chocolate...— Murmuró la castaña, que reflejaba una ira contenida —Hide chan es mío—

—Etto... Yo quiero un café nada más— Mencionó el rubio para después matar con la mirada a la castaña —Mina, compórtate, por favor...—

—Pfff... ¿Cómo te fijaste en este tonto, Mina chan?— Dijo Touka mientras contenía la risa y unas pequeñas lágrimas asomaban por sus ojos —Digo, Hide es... es... jajaj, lo siento, enseguida les traigo la orden— Dicho esto, la peli morada se retiró para buscar lo que esos dos habían pedido.

—Ags... Esta me la pagas, Touka— Murmuró Hide para sí mismo.

—Bueno ella tiene razón, eres un tonto, primo— Dijo sarcástica la última palabra —Por cierto ¿Dónde está aquel 'amigo' del cual no paras de hablar?—

—Cállate, idiota— Gruñó el de melena rubia rojiza. —Está por allí, es el del parche medicinal— Dijo señalando a Kaneki.

—Waaaa, no creí que fuese tan lindo, si tú no lo quieres pues... Yo si le doy...— Dijo mientras miraba al mayor quien parecía querer asesinarla en cualquier momento.

—¿Si le das qué? Además tiene novia y es la chica que no atendió hace un momento— Contestó el de ojos cafés quien se había cruzado de brazos.

—Perdonen la tardanza, aquí está su orden... Veo que no pierdes el tiempo, Hide— Lo último lo susurró Kaneki al de cabellos rubios, quien al escucharlo escupió parte de su café —Con permiso— El oji gris hizo una pequeña reverencia y se retiró.

—Lo mismo digo de ti...— Murmuró para sí mismo el de hebras color rubio.

—¿Dijiste algo?— Preguntó Mina

—No, nada— Hide le dedicó una pequeña sonrisa —Creo que es hora de irnos—

—Sí, lo mismo pensé—

Y así ambos jóvenes se retiraron del lugar, no sin antes mirar al chico del parche con soslayo.

En el camino ambos jóvenes no cruzaron palabras, había un gran silencio aunque ellos ya estaban acostumbrados a ese tipo de situación.

𝐸𝑞𝑢𝑖𝑣𝑜𝑐𝑎𝑑𝑜 - 𝐾𝑎𝑛𝑒𝐻𝑖𝑑𝑒 #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora