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"—¿Por qué llegar tan lejos por un chico?— Interrogó la peli azul, aunque era la que menos derecho tenía de hacer esa pregunta. El rubio por su parte, se sentía perdido. —¿De verdad vale la pena?— Murmuró pero eso le satisfacía.

Por que lo amo…— Logró responder el mayor, y era verdad, amaba a ese chico sin importar qué. —Y sí, vale la pena… Lo vale todo— Afirmó con seguridad. Kaneki en serio era su mundo."

Ese recuerdo le trajo un sabor amargo a la boca, en este día se había mostrado más débil que nunca, todo lo que pasaba le parecía demasiado y le causaba cierto daño. Pero a pesar de ello no iba a renunciar a todo, Kaneki le esperaba ¿No era así?

Tomó un sorbo de la taza de café que traía entre manos, mala idea. Al instante escupió aquel líquido oscuro, Hide no era bueno en la cocina aunque se tratase de un simple café y ahora se comprobaba.

—Moriré de hambre...— Murmuró para sí mismo.

En ese instante en ruido de la puerta llamó su atención, ya sabía de quién se trataba por lo que frunció un poco el ceño, esta vez debía aclarar las cosas.

—Veo que sigues despierto. Aquí tienes, supongo que esto era lo que buscabas— Murmuró la menor dejando una mochila en el sofá dispuesta a irse de la vista del peli rubio.

—Hablemos— Hide se levantó de su asiento y se aproximó un poco más a la chica, dedicándole una leve sonrisa —Por favoooor— Suplicó a su manera.

—Son las tres de la madrugada, vete a dormir—

El mayor tomó aquella mochila y miró su contenido: una laptop y unas hojas. Después de ello situó sus orbes cafés en la otra persona, quien solo miraba el suelo como si fuese lo más interesante del departamento.

—Lo que pasó no fue como lo interpretaste, pero lo hecho, hecho está, en cierta parte lo lamento. Y... ¿Sabes? Deberías irte del distrito— Dijo como opción el de cabellos rubios, ganándose que la chica lo mirase con el ceño levemente fruncido —Eso sería lo prudente—

—¡¿Pero qué?!— Reclamó Mina.

—A pesar de que tengo tu expediente y todos los datos, no puedo garantizar que estés segura— Se mordió el labio inferior de manera leve, mientras miraba las hojas —Además no estoy seguro que el CCG te tome tan a la ligera, así que vete, pero no al distrito 11… Vete al distrito 24, a dónde todo inició ¿Vale?—

—Hide…— El mencionado le dedicó su atención, pero de cierta manera le suplicaba que no rechazara sus palabras. —Olvídalo, me voy mañana—

—Des... Descansa— Murmuró.

La noche pasaba lento al parecer del chico, por lo que no pasó mucho tiempo para que el sueño le venciera. Por fin, después de tanto, su cuerpo y su mente podrían descansar.

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La mañana llegó y cierta castaña ya había hecho unas pequeñas maletas, si se iba no era porque estuviese de acuerdo con el otro, pero pensaba que lo mejor era evitarle problemas, pues los habría.

Todo estaba listo para que pudiese marcharse, se dirigió a la sala encontrándose con Hide durmiendo tan plácidamente, pero a pesar de eso, en su rostro yacían unas ojeras que realmente eran visibles. No era para menos, casi no podía consolidar el sueño en días pasados.

Quiso despedirse, pero el estado del mayor le hizo dudar, por lo que optó en dejar una pequeña nota al lado del móvil de Hide, así no sería descortés con su 'primo'.

"Dejé el desayuno listo. Hasta luego Hide, idiota. Hasta entonces no te metas en problemas y no mueras, imbécil.
                                       - Mina K."

𝐸𝑞𝑢𝑖𝑣𝑜𝑐𝑎𝑑𝑜 - 𝐾𝑎𝑛𝑒𝐻𝑖𝑑𝑒 #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora