6. ᴅɪ́ᴀ ᴅᴇ ʟᴀ sᴀɴɢʀᴇ

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Grey irrumpió bruscamente en la biblioteca y tiró al suelo la Espada de Luz.

—Explícame esta porquería ahora, Balor!

Al principio fue vergonzoso, porque Balor ni siquiera estaba allí.

Mumdus aclaró su garganta y, para evitar la vergüenza de Grey, abrió la puerta tras su escritorio, justo cuando el líder de la mansión abría por su lado. Balor se quedó de pie en el umbral, confundido y con una taza de té en sus manos.

Balor miró a Elizabeth, y su mirada se ensombreció cuando volvió a Grey.

—¡No me mires así, maldición! Sabías que intentarían matarnos si salíamos de aquí. No soy idiota, primero Sagnuel y el Medionacido, ahora ese tipo de fuego y, ¿un maldito ángel? ¿Qué es lo que pasa? ¿Desde cuándo sabes que es Azael quien nos busca?

Elizabeth vio como Mumdus tomaba la espada y la desenvolvía del bolso, mostrando la hoja brillante. Su expresión fue de completa sorpresa.

—Es una verdadera Espada de Luz -tocó la hoja y frunció el ceño—. No fue bien creada, debió ser forjada hace pocos dias ya que aún sigue pesada y su brillo no es tan potente. ¿Hablaste de un ángel?

Grey seguía frustrado, pero se quedó pensando para responder.

—Era una persona vestida de blanco, fue demasiado rápida, no pude verla bien antes de que desapareciera... Con una luz.

Elizabeth dejó a Uriel en el suelo y la gata corrió, ronroneando.

—Balor —ella se acercó al escritorio donde estaba Balor, la biblioteca mostraba una luz de colores brillantes gracias al tragaluz, sólo estaban ellos cuatro—. ¿Es cierto lo que dice Grey? ¿Sabías desde un principio quien nos seguía? ¿Por qué Sagnuel dijo algo de una recompensa? Y ese chico Ignis o como sea dijo que nosotros éramos un encargo. Él sabía que yo era una... Repudiada.

Ni siquiera podía decir la palabra, le sonaba demasíado cruel.

Balor se levantó del escritorio y arregló su levita, su mirada era pensativa.

—Grey, ¿ibas a robarte a nuestra gata?

Grey parpadeó como si lo hubiesen abofeteado.

—¡Ella quizo ir conmigo! Y responde a Elizabeth.

Balor caminó por la biblioteca, seguido de tres pares de ojos curiosos.

—Me gustaría responderles claramente —dijo, pero no los miraba, tenía las manos en su espalda y la vista fija en los libros de un estante—. ¿Sospechaba quien los seguía? Posiblemente, Adams y Roy, sus padres, tenían muchos enemigos. Azael entre ellos. ¿Sagnuel dijo recompensa, el Ignis llamó a ambos encargo? Es algo muy probable, si alguien los busca debió poner un precio, pero, ¿y Grey? ¿Cómo sabían que Grey estaría con ella? No lo sé. ¿Cómo lograron encontrarlos al salir de aquí?

Elizabeth sabía que él hablaba consigo mismo y no con ellos. Pero también sabía que ocultaba algo.

—¿Tendremos que informar a la Orden? —dijo Mumdus—. Ellos podrían saber algo.

Balor negó con la cabeza y los miró.

—Si informamos a la Orden ellos querrán que dejemos el asunto de lado, lo llamarán Asunto de Demonios y Repudiados o algo así y dejaran a Elizabeth morir si es necesario para no meterse. Estos niños deben investigar por su lado y, si resulta algo relacionado con Nephilim o ángeles, podemos informarlo. Por ahora, Mumdus, deberías enviar a Aztris y Aztros con Dante, él podría ayudarlos.

𝐿𝑎𝑑𝑟𝑜́𝑛 𝐷𝑒 𝐴𝑙𝑚𝑎𝑠 (𝐶𝑖𝑢𝑑𝑎𝑑 𝐷𝑒 𝐶𝑒𝑛𝑖𝑧𝑎𝑠) pgp2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora