O' Hotel (Emiliaco)

✘ 8: Disculpa ✘

Joaquín intentaba secar sus lágrimas y dejar de sollozar, se encontraba encerrado en uno de los cubículos del baño cuando escuchó que la puerta se abrió, seguido a esto fue cerrada con seguro.

—¿Joaquín?–el castaño estaba apunto de salir cuando reconoció la voz de quien le hablaba.—Se que estás aquí.–de nuevo Joaquín no respondió.—Solo quiero saber si estas bien, Emilio fue un estupido allá arriba.

Rápidamente Joaquín secó las lágrimas que se habían escapado y salió del cubículo.

—Gracias por preocuparte.–le sonrió.—A lo que anteriormente me habías preguntado ¿Qué te parece un día ir a McDonald saliendo del hotel?–una sonrisa se formó en el rostro del joven de cabello oscuro.

—Me parece perfecto. El viernes ¿Te parece?–el más joven solo asintió.—Bien, entonces nos vemos después que tengo que seguir trabajando.–y Ryan se fue, con una inmensa sonrisa en su rostro.

El castaño lavó su rostro en el lavabo, comenzó a buscar su celular en sus bolsillos pero no lo encontró, hasta que recordó que lo había dejado dentro del cubículo, entró rápidamente por el y de nuevo escuchó la puerta abrirse y cerrarse con seguro después de eso.

—¿Joaquín?–esta vez la voz casi lo paralizó, lentamente comenzó a cerrar la puerta y se quedó en silencio.—Ryan me acaba de decir que estás aquí.–hubo un silencio, esperando respuesta del más joven pero no la hubo.—Bien, no me respondas si no quieres, pero espero que estes prestándome atención.

Emilio intentaba procesar que decir, sabía que quería disculparse con Joaquín pero no sabía las palabras correctas que debía usar, tenía miedo de volver a decir alguna estupidez.

—Vengo a disculparme por comportarme como un idiota contigo, se que no debí haberte hablado así y que no tuve que decir técnicamente que aquí no vales porque solo eres un practicante.–habló sincero.

—Gracias.–habló por fin el castaño.—Pero eso no fue lo que me ha molestado, sentí que te referiste a mi como un objeto diciendo "todo tuyo" como si pudiera tomarme así como así, como si yo no valiera.–intentó no llorar.

—¿Meper donas?–Emilio intentó hacer una voz aguda logrando hacer reír a Joaquín.—Si te he fallado te pido perdón de la única forma que se...–Las carcajadas de Joaquín interrumpieron a Emilio y su rara voz, haciendo que el de cabello crespo riera también.

—Ya, bien, te perdono.–el de cabello pardo salió entre risas.

—Estos días han sido muy difíciles para mi y siento que me he desquitado con todo mundo y en especial contigo.–Emilio torno el ambiente serio de nuevo.—Me agradas y en verdad me pareces un joven muy talentoso e increíble. ¿Podemos comenzar de nuevo?

—Mucho gusto, soy Joaquín Bondoni y estoy haciendo mis prácticas profesionales aquí.–Joaquín extendió su mano hacia el rizado.

—El gusto es mío joven Bondoni, yo soy Emilio Osorio, futuro heredero de este hotel.–sonrió y estrechó la mano de Joaquín.

—Bien, supongo que ya tengo que irme.–Joaquín se dirigió a la puerta y salió del lugar.

—¡Hey! ¿Nos vemos a la hora de la comida?–Emilio fue tras Joaquín.

—Pero ya no vas al comedor.

—Ahora si quiero ir, entonces ¿Puedo sentarme a comer contigo?