Sorpresas.

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El día de entrega finalmente había llegado y honestamente Dipper estaba un poco... desanimado.

Durante los últimos días había hablado casi todos los días con Will, lo cual no sonaba como mucho, pero era lo máximo que había interactuado con el chico desde que lo conocía y eso era suficiente para hacerlo feliz.

No quería entregar su proyecto porque sabía que ya no vería ni hablaría con Will como antes, y no estaba seguro de si eso era bueno o malo, porque al menos ya no se expondría tanto, pero definitivamente lo extrañaría.

—Espero que le vaya a gustar —dijo el más bajo, sacándolo por completo de sus pensamientos.

—Yo creo que sí —contestó el castaño, sintiéndose bajo control, a lo mejor finalmente estaba aprendiendo a estar cerca del menor de los Cipher sin alterarse.

Will lo miró directamente a los ojos antes de asentir y Dipper sintió su corazón palpitar con fuerza... O a lo mejor no.

Realmente debía acostumbrarse a verlo.

—Entonces supongo que sólo nos queda entregarlo.

—Yo lo haré —contestó, tomando el proyecto de sus manos y caminando hasta el escritorio del profesor, donde se debía entregar.

Aunque, de todas maneras, se seguirían viendo en el club. Ese pensamiento lo reconfortaba un poco.

Mientras Dipper caminaba de regreso a su asiento notó a Will sonriéndole desde su lugar... su corazón palpito con fuerza nuevamente e intentó contener el calor que quería llegar a su rostro.

***

La hora del almuerzo había llegado, y Dipper se encontraba caminando hacia la mesa de su hermana, puesto que esta lo había invitado, era lo menos que podía hacer después de hacer que lo sacaran de la biblioteca... claro que él se lo había pedido, sin embargo, ella no iba a abandonarlo.

Además, ambos sabían que esa era la mesa en la que usualmente Will se sentaba, esa era otra razón de porque Mabel lo había invitado a comer ahí. Dipper estaba ligeramente emocionado por eso, tal vez podría hablar un poco con él antes de que inevitablemente empezaran a distanciarse sin la excusa del proyecto en medio. Sin embargo, mientras pensaba eso, notó a Will del otro lado de la cafetería.

Ahí estaba, William; quien se alejaba con cierta pelirroja hacia una mesa retirada en la cafetería.

La chica se volteó, mirando por un segundo a Dipper. Lo sabía. Dipper estaba seguro que ella sabía. Joy entonces le sonrió a Will, quien estaba sentándose junto a ella.

—¿Aceptarás mi invitación de comer con nosotros? —Preguntó Mabel cuando vio al castaño sentarse frente a ella, dándole la espalda a ambos chicos.

No necesitaba ver eso.

—No tengo otra opción —dijo sintiendo su estómago revuelto—, sigo vetado de la biblioteca.

—Bueno, pero no tengas esa actitud —le replicó su hermana—, ya estabas mejorando. Dipper hizo una mueca y la castaña miró detrás de él, notando a Will y a Joy en una mesa del fondo. —Ahora lo entiendo todo —dijo rodando los ojos—, madura.

El castaño ni siquiera levanto la mirada y Mabel se sintió culpable.

—Y... ¿cómo les fue con su poemario por cierto?

—No nos lo entregó hoy, de seguro se tomará la semana para revisarlo —dijo con seriedad.

Sabía que estaba siendo algo duro, pero se sentía decaído.

Blue Shakespeare ×Dipwill×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora