Capítulo 7

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Iba a colocar una advertencia de que este cap era para mayores de 18, pero el fic ya tiene esa categoría así que ñeeh.

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Kirishima llegó al apartamento luego de otro día de duro trabajo, extrañándose de que las luces del inmueble estuvieran apagadas. Eran cerca de las 10 de la noche, y era normal encontrar a su novio despierto y viendo alguna serie en Netflix.

Dejó su chaqueta en el perchero del recibidor y el bolso sobre el sofá. Una sensación de alivio lo invadió al ver la luz saliendo de entre los espacios del cuarto que ambos compartían.

Sus fosas nasales se invadieron de lo que era un aroma masculino del perfume de su novio mezclado con el vapor que salía del baño. Y la vista al abrir la puerta fue maravillosa: un Bakugou con el cabello húmedo, y con un ligero pantalón de pijama como única vestimenta.

Ambas miradas escarlatas se encontraron, brillantes ante la presencia del otro. En silencio, Kirishima avanzó hasta el rubio cenizo a paso lento y calmo. Una vez lo tuvo lo suficientemente cerca, tomó suavemente su cintura con ambas manos, sintiendo bajo su tacto el estremecer del rubio. Sus ojos recorrieron el torso desnudo de Katsuki, contemplando cada delicado detalle del su cuerpo.

Estaba delicioso como siempre. Kirishima cruzó mirada otra vez con el hombre ante él, y llevando sus manos a la espalda baja mientras acariciaba la piel a su paso. Unieron sus labios en un suave y tierno beso.

Se engancharon en un cálido abrazo, donde las manos del otro acariciaban sin prisa todo a su alcance, memorizando cada detalle de sus cuerpos. Dejándose llevar por la unión de sus bocas, sus mentes estaban en blanco, solo enfocándose en la placentera sensación que iba creciendo en su pecho.

— Ya estoy en casa cariño.— susurró el pelirrojo, mientras atacaba el rostro de su amante con dulces y delicados besos y sus manos aprisionándolo en un abrazo.

— Bienvenido.—

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Lo usual, era que Bakugou se comportara tímidamente cuando hacían el amor. Estando ellos dos solos, Kirishima exploraba esa faceta suya entre risas hasta hacerlo caer por completo. Aún ahogado entre gemidos, el rubio se negaba a recibir tanto placer una vez este lo embriagaba. Y el resultado siempre era el mismo: todas sus quejas eran acalladas por la hambrienta boca del pelirrojo.

Pero hoy era diferente.

Y no era la primera vez.

El tener al rubio jadeante mientras alzaba sus caderas una y otra vez violentamente, buscando desesperado mas profundidad tras cada penetración era algo que quedaría en la memoria de Eijiro marcada con fuego caliente.

—¡Dámelo, Ei! —

Le encantaba cuando se ponía así. Jaló del rubio para arrojarlo a la cama sin ninguna delicadeza para posicionarse sobre él, separar sus piernas con brusquedad y penetrarlo con fuerza. De placer puro el cenizo arqueó su espalda, echando su cabeza hacia atrás y dejando expuesta la delicada piel de su cuello ya decorada de mordidas y marcar rojizas que tardarían días en desaparecer.

El pelirrojo se dedicó unos minutos para ver como se perdía su falo entre las nalgas del rubio cenizo, quien tras cada estocada gritaba de placer con fuerza. Jadeaba por la excitación y la vista tan obscena ante sus ojos rojizos. Agarró sin piedad las piernas de Bakugou, enterrando sus dedos en la carne para impulsarse salvajemente. Casi tan cerca del orgasmo y tan perdido en la lujuria, no pudo evitar activar su quirk y dañar la piel en sus manos.

Con desesperación, y al querer llegar al delicioso éxtasis, el cenizo jaló su miembro goteante para finalmente terminar en su abdomen, manchando a su paso al pelirrojo. Un orgasmo largo e intenso lo hizo perderse en su propio mundo por unos placenteros segundos. Violentamente las húmedas paredes estrujaron al intruso en su interior, haciendo venirse también al pelirrojo.

Cuando ambos volvieron del mundo del que estaban a la cama de su habitación, se miraron con intensidad. Una sensación distrajo al pelirrojo. Una espesa humedad en sus manos dejaba en evidencia la sangre salir de las heridas recién abiertas.

— ¡Cariño lo siento! —

— Esta bien — respondió con calma el cenizo, mientras trataba de relajar su respiración. Repentinamente invadió su cuerpo una sensación de relajo, queriendo dormir de inmediato. — no duele.

Kirishima estuvo a punto de incorporarse para ir en busca del botiquín de emergencia cuando una mano lo detuvo. Katsuki se había acercado a él para besarle y tranquilizarle. Susurros de bienestar salieron de sus labios, y al notar que no había sangrado el pelirrojo se relajó y volvió a disculparse.

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Recostado en su cama, y con Kirishima abrazándolo por la espalda plácidamente dormido, recordaba con una sonrisa en sus labios como había despedazado a aquel sujeto el día de hoy.

No había logrado quitarle el ojo con la cuchara para helado por lo que terminó por hacerlo con sus propios dedos, manchándose de sangre. Esto, y con lo cerca que estaba la llegaba de su novio a casa, tuvo que dejar el juego hasta ahí e irse a su hogar por un rápido baño.

Dios, la sangre en sus manos lo ponía caliente.

Por supuesto todo era divertido cuando era alguien que no conocía. Por supuesto, nunca dañaría a ninguno de sus cercanos, menos al hombre que amaba tanto. 

Recordaría como mientras conducía con prisa a casa, rogaba a que el pelirrojo estuviera de ánimos hoy.

Y haya que había tenido suerte.

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No he escrito lemon homosexual, segun yo el omegaverse no cuenta, por lo que no puse la parte de la preparación.

Necesito material de referencia (ver más porno gay coff coff coff)

Espero que les haya gustado y que dejen un comentario sobre que les parece la obra (si vale caca o que pedo) 

Bye bye bebes n.n



Villain BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora