Nunca Me Olvides (Camren) {Borrador}

Capítulo XXII

POV'S Selin.

Me bajé del auto junto con Keana. Ella me sonrió y entrelazó nuestras manos. Dándome tranquilidad y esperanza.

La verdad es que estoy muy confundida y dolida por todo lo que ha pasado. Simplemente las cosas no me cuadran y me preocupa que mi madre no salga de esto.

Cuando fuí a casa de Ken, iba decidida a obligarla a decirme la verdad. Pues Verónica asegura haberla visto empujarla. Y pensé que tenía razón porque cuando llegué la ví adentro de la casa, y después ví a mi madre cayendo de las escaleras. Pero todo el enojo y odio que sentía se fueron al ver todos los detalles que Keana había preparado para pedirme que fuera su novia. El ver nuestras imágenes juntas, todos nuestros recuerdos, simplemente me encogió el corazón y me hizo pensar que Keana no podría haberlo echo. Ahora soy su novia y la amo, y creo en sus palabras. Y no dejaré de hacerlo hasta que me demuestren lo contrario.

Entramos al hospital y fuimos a la sala en donde se encontraban todos. Al llegar, todas las miradas se posaron en nosotras. Pude sentir lo tensa que se puso Keana pero apreté su mano y le sonreí.

- Hey... - Lauren fué la primera en acercarse para darnos un abrazo. - ¿Están bien? - Las dos asentimos.

- ¡¿Se puede saber que significa esto?! - Preguntó Verónica, enojada al ver nuestras manos unidas.

- Vine a acompañar a mi novia. - Respondió Keana, y no pude evitar sonreir levemente. Pues me gustaba que me dijera así.

- ¿Tu novia?

- Así es, Keana es mi novia. - Le respondí.

- ¡Pero no puede ser posible! ¡¡Ella empujó a tu mamá!!

- ¿Tienes pruebas de eso?

- ¿Que?

- ¿Que si tienes pruebas de eso? - Le preguntó Lauren.

- Desde que pasó lo que pasó no has dejado de echarle la culpa a Keana, pero no me has mostrado ninguna prueba de que fué ella. - Dije.

No queria pensar que Keana la había empujado, digo, sería absurdo.

- ¿Que más prueba que el echo de que ella estaba en las escaleras cuando tu mamá cayó? - Sentí una punzada en el pecho al recordar esa imagen.

- Eso no prueba nada, ella se cayó sola y yo intenté agarrarla... - Los ojos de Keana se cristalizaron. - Pero no pude.

- ¡¡Que mentirosa eres!! - Le dijo Verónica, dándose la vuelta para ver a mi padre. - Señor Elvis, yo sé que usted no le cree. - Observé a mi padre.

- Si mi hija cree en ella, entonces yo tambien lo hago. - Le sonreí.

- ¡Esto es una basura! - Se acercó a mí pero Keana la detuvo con una mano, la cual Verónica quitó con brusquedad. - ¡No me toques! - Le gritó. - ¡Cuando tu mamá despierte te darás cuenta del error que cometiste!

Tragué saliva. Sus ojos me miraban con fuego. Se notaba que estaba furiosa, y sus palabras salían con tanta seguridad que me hacía dudar si estuvo bien lo que hice. Pero recuperé la postura cuando sentí los dedos de Keana acariciar mi mano.

- Entonces esperemos que despierte. - Hablé con firmeza, haciéndola retroceder.

- Te juro que si no fuera por tu madre, en estos momentos me largaria de aquí. - Dijo para irse a un rincón de la pared y quedarse ahí, con la mirada en el suelo.

- Hey... - Ken se colocó en frente de mí y acarició mis mejillas. - Olvidala, no le prestes atención. - Asentí, sonriendo levemente.

- Keana... - Camila se acercó. - ¿Donde dejaste a Carolina?