Nunca Me Olvides (Camren) {Borrador}

Capítulo XII

Narrador.

Lauren corría por toda la calle en busca de James. Miraba por todos lados hasta que pudo verlo. Rápidamente fué hasta él.

- James... - El chico se dió vuelta pero se sorprendió cuando recibió un golpe que lo hizo caer al suelo.

- ¡¿Pero que demonios te pasa?! - La Miró sorprendido y enojado. - ¿Estás loca? - Se levantó del suelo y tocó su labio roto.

- ¿Creiste que podías burlarte de Taylor?

- A ver, yo no quería burlarme de ella, la quiero, jamás querría hacerle daño. - Intentó explicar.

-  Tanto la quieres que no te importó besarte con otra.

- Escucha Lauren, jamás fué mi intención que eso pasara. - Respiró hondo. - Antes de que Taylor apareciera en mi vida a mi me gustaba Adrián, me encantaba, era la chica de mis sueños, pero ella nunca me dió oportunidad. Entonces apareció Tay y se volvió todo en mi vida. Solo me interesaba ella. No entiendo que pasó pero cuando Adriana me besó volvieron los recuerdos y esos sentimientos que pensé haber dejado. - Bajó la mirada, triste y avergonzado.

Lauren entendía lo que el chico estaba hablando. Pues ella sintió lo mismo con Camila. Ella la odiaba, o al menos eso creía. Hasta que la besó, los sentimientos volvieron más fuertes que nunca y su amor por la Morena estaba ahí, intacto.

- Se que me entiendes Lauren...

- Te entiendo James... - El rubio la Miró esperanzado. - Pero es mi hermana, y siempre la voy a elegir, siempre estará de primera. - James asintió sabiendo que ya no había oportunidad.

- Entiendo.

- Hazme un favor James... Por ese amor que le tuviste a mi hermana, y esa amistad que teníamos... Alejate de ella.

- Pero...

- No la busques, no la llames ni le escribas, si quieres estar con esa Adriana entonces ve con ella pero deja a Taylor en paz, ni siquiera intentes volver a disculparte. Solo alejate de ella, no es justo que estés  a su lado si quieres a otra chica. - James intentó decir algo pero las palabras no le salían, asique simplemente asintió y se echó hacia atrás.

- Bien. - Sin más, la ojiverdes se fué, dejando al chico ahí con el corazón destrozado.

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Camila se observaba a través del espejo, dentro de unos minutos Austin vendría por ella para ir a comer con los chicos. Estaba retocandose el maquilla cuando escuchó algo romperse.

- ¡¿Que mierd...?! - colocó una mano en su pecho del susto.

Salió de su habitación y se dirigió a la de Sofía. Sus padres habian salido y ellas dos eran las únicas en la casa.

Tocó la puerta antes de entrar pero se detuvo al ver los trozos de vidrio por todo el suelo. 

- ¿Que carajos pasó acá, Sofía? - La más pequeña estaba cruzada de brazos mientras veía por la ventana.

- Rompí la lámpara. - Dijo con obviedad.

- Oh, wow, si no me dices no me doy cuenta. - Su sarcasmo hizo que Sofía volteara los ojos. - A lo que me refiero es ¿Porque lo hiciste?

- Porque quise. - Se encogió de hombros.

- No puedes andar rompiendo las cosas solo porque te da la gana, Sofía.

- ¡Bueno, lo siento! - Respondió alterada.

- ¿Pero que te pasa? ¿Porque estás enojada?

- Por nada, Camila.