Nunca Me Olvides (Camren) {Borrador}

Capítulo XX

Los ojos de Selin estaban rojos de tanto llorar, al igual que su nariz. La rubia se encontraba arrodillada al lado de su madre, hablandole para que intentara despertar, pero nada servía.

Keana se encontraban en la misma posición, intentando asimilar todo lo que acaba de pasar. Intentando adivinar que hacían Verónica y Selin en su casa.

- Ya la ambulancia está en camino. - Verónica se acercó a la rubia, colocándose a su lado y acariciandole los brazos para reconfortarla. - Ey... Tranquila, todo va a estar bien. - Selin no dejaba de llorar y temblar.

- No pu-uedo. - Su voz salió temblorosa. - No puedo v-verla así.

- Selin... Mi amor... - Keana habló, haciendo que Selin la mirara. - Escuchame por favor. Yo... Yo sé que estás pensando lo mejor pero te juro que yo...

- ¡Ya callate Keana! - Le gritó Verónica, poniéndose de pié y caminando hasta donde ella. - ¡No te atrevas a mentirle en la cara a Selin!

- ¡¿De que mentira estás hablado?!

- ¡De que empujaste a su madre por las escaleras!

- ¡Eso es mentira!

- ¡Ya basta! - Gritó Selin. - Ya basta... Por favor, paren... - Sus sollozos se hicieron más fuerte.

- Selin mi amor... - Keana intentó acercarse.

- No te acerques... - Dijo, mirándola con enojo. - No quiero que te acerques a mi madre, ni a mi.

Esas palabras rompieron el corazón de la Morena. El que Selin la mirara con odio, con dolor. Que creyera que ella la había empujado, sin duda la lastimaba.

- Yo sé que todo indica que fuí yo, y que la imbécil de Verónica lo asegura pero te juro que no es verdad. - Intentó explicar, observando como Selin cerraba los ojos con fuerza y apretaba los dientes. - Mirame mi amor, por favor... Mirame. - Selin la miró. - Te juro por mi vida que yo no hice nada, ella simplemente se cayó.

- ¡Que mentira tan barata! - Habló Verónica.

- ¡Tú callate! - Le gritó Keana.

- ¡No me voy a callar! ¡No pienso permitir que te burles de Selin! - La Latina se acercó a la rubia, colocándose en frente de ella. - Te juro Selin, yo misma ví como la empujó.

- Eso es metiera.

- Las dos estaban discutiendo y Keana la empujó.

- ¡Mentira!

- ¡Yo las ví! - Keana intentó acercarse a Verónica para golpearla, pero en ese momento se escuchó el sonido de una sirena.

- Es la ambulancia. - Selin, con sus manos cubiertas de sangre, se levantó y corrió hacia la entrada. - ¡Por aquí! - Gritó e hizo señas con sus manos para que notaran. - No te preocupes mami... - Se acercó al cuerpo de su madre, colocándose en la posición en la que estaba. - Te prometo que todo va a estar bien, tú vas a estar bien. Te lo juro.

A Keana le partió el corazón ver lo dolorida que estaba Selin. Pero más le dolía el echo de que Selin no dejara que la consolara.

- Verónica... - Selin la llamó. - Por favor, llama a mi papá y avisale que vamos para el hospital.

- Eso haré. - Dijo, sacando su teléfono para llamarlo.

La ambulancia se detuvo en frente, y rápidamente los paramédicos bajaron, junto con una camilla.

- Por favor, tenga cuidado. - Les dijo Selin, viendo que su madre estuviera bien.

- ¿Que fué lo que pasó? - Preguntó uno de los paramédicos.