De nuevo habían investigadores por todo el colegio, al parecer el hermano de Samuel había salido de prisión y no sabían realmente quién mató a Marina.
—¿Tu le enviaste dinero a Samuel para que sacara a Nano?— Cuestionó Ander a Polo.
Polo asintió mientras rebotaba un balón en el piso, estaban en el gimnasio.
—Al menos algo haces bien.— Dijo Ander mirando con odio a su amigo.
Polo guardó silencio, si se ponía a discutir con Ander iba a tener un ataque de ansiedad.
Morgan llegó al gimnasio y saludó a Polo, después se acercó a Ander.
—Llevan un rato llamándote, quieren que vayas a responder unas preguntas.— Dijo la muchacha a Ander.
—No quiero ir.— Dijo Ander.
Polo decidió abandonar el gimnasio.
—¿Por qué?— Preguntó Morgan con extrañeza.
Ander no le respondió y solo la tomó de la mejilla para después besar sus labios.
Ella correspondió y cerró sus ojos para sentir mejor los buenos besos que le daba él.
—No soy bueno jugando fútbol pero si anoto me debes otro beso.— Dijo Ander al separarse y tomó un balón.
El muchacho corrió hasta la arquería y claramente metió gol porque no había nadie cuidando la zona.
Morgan rodó sus ojos con diversión y se acercó al muchacho.
—Puedo darte los besos que quieras.—
Ander sonrió por las palabras de ella y la acorraló contra unos casilleros.
Se besaron, y él no pudo contener una erección, la cual se le marcaba bastante debido a su vestimenta deportiva que solo consistía en una sudadera y un pantalón de tela suave.
La muchacha sintió la dureza del muchacho ya que estaban muy cerca y bajó su mano para acariciar su hombría por encima de la tela.
—Joder.— Susurró Ander con una sonrisa.
Ella lo tenía loco.
Su sirena lo tenía loco.
—Mi chica sirena.— Dijo él y ella hizo un gesto de confusión.
—¿Qué?—
—Fue lo primero que se me vino a la mente cuando te vi desnuda la primera vez, eres tan hermosa como una sirena.—
Ella sonrió, pero esa sonrisa despareció cuando por las bocinas se escuchó como llamaban a Ander.
💀
Aquella erección que Morgan le había provocado a Ander se bajó de forma brusca en cuanto estuvo frente a la detective.
—¿Puedes decirme cómo es tu relación con tus amigos? ¿Confías en ellos? ¿Ellos confían en ti?— Preguntó la mujer.
Ander alzó su mirada y la observó con sus ojos cansados.
—Claro, por eso somos amigos.— Respondió con todo el peso sobre sus hombros.
Se sentía tan mal por haber mentido a Guzmán.
La detective notaba la tristeza de Ander, pero no hizo mucho peso a eso.
—¿Crees que sí fue Nano?— Preguntó la mujer.
Ander negó.
—En las películas el asesino siempre resulta siendo quien menos tenía cara de malo.— Dijo el muchacho.
Aquellas palabras dejaron pensando a la mujer, entonces dejó que Ander se fuera.
Guzmán estaba sentado en una banca y lloraba con tanto dolor que el solo verlo podría arruinarle el ánimo a cualquiera.
Polo pasó por el lado de Guzmán y no pronunció palabra.
El corazón de Ander estaba destruido.
—Baby.— Dijo Morgan yendo hacia Ander, pero él se alejó y se dirigió a un baño.
Se encerró en un cubículo y lloró, pateó las puertas y también les dió puños.
Ander estaba atormentado.
Morgan se quedó afuera del baño de los chicos, pero igual escuchó a Ander.
La muchacha no sabía que le pasaba, a su mente solo venía que quizá Ander estaba arrepentido de haber estado con ella y fallarle a Omar.
Ella no dijo nada y se fue.
—¿Estás bien?— Preguntó Rebeka a su hermana.
Morgan asintió.
—¡Es que no puedo creer como dejan libre al asesino de mi hermana!— Gritó Guzmán a los detectives.
El instituto estaba hecho un caos.
Morgan sintió pena por Guzmán y se acercó a él, lo abrazó y le acarició un brazo.
Guzmán aceptó el abrazo de la chica y lloró con fuerza escondiendo su rostro en el cuello de ella.
—Te pareces a mi hermana ¿Sabías?— Le susurró.
—¿En serio?— Dijo Morgan confundida.
—Sí, te vistes muy parecido a ella.—
La muchacha sonrió, pero tenía tristeza por dentro al ver a su compañero tan mal.
Ander salió del baño con sus ojos hinchados de tanto llorar y sus nudillos rojos.
Observó como Morgan consolaba a Guzmán y eso lo colocó peor, porque cuando se supiera la verdad quizá también la perdería a ella.
Así que Ander abandonó el instituto, planeaba ir a fumar a algún parque por ahí.
Su teléfono sonaba con mensajes y llamadas de su "sirena" pero él no respondió a nada, y solo dejó el aparato en silencio.
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Sɪʀᴇɴᴀ; Aɴᴅᴇʀ
Fanfiction❝ Ella me hacía contener la respiración, pero moriría ahogado por quedarme anclado entre sus piernas. ❞