Rebeka saltaba en la cama con emoción debido a lo que su hermana menor le había contado.
—¡No puedo creer que mi hermanita le haya tocado el pene a un gay!— Comentó la chica riendo.
—¡Cállate! Lo hice para que dejaras de molestarme.— Dijo Morgan con vergüenza.
—¿Significa que no te ha gustado y no quieres volver a tocarlo?—
—Sí quiero, pero tengo miedo.—
—Todo va a salir bien si no le dices a nadie más que a mí.— Rebeka abrazó a su hermana y besó su cabeza.
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El agua helada de la ducha caía por el cuerpo de Ander, desde que Morgan lo tocó, no había dejado de estar caliente, tampoco había podido dejar de pensar en ella, se preguntaba a sí mismo que carajos pasaba.
A él nunca le había gustado una mujer, pero haber visto a Morgan desnuda sin que ella lo supiera y que ella lo tocara en plena cena de amigos, vaya que lo había prendido.
Salió de la ducha, se envolvió en una toalla y se paró frente al espejo para lavar sus dientes, acto seguido rió mirándose, se sentía heterosexual.
—¿Que pasa?— Preguntó su madre entrando a la habitación y dejando ropa limpia sobre la cama.
—Últimamente me está pasando algo, ma. Pero no sé si deba decírtelo.—
—Cariño, ven.— Dijo la mujer extendiendo su mano hacia su hijo.
—Puedes contarme lo que sea ¿Recuerdas?— Dijo besando la mejilla de Ander.
—Es que... Creo que me atrae un poquito una muchacha de mi salón.—
La mujer le miró bastante sorprendida, pero sonrió.
—No tiene nada de malo, eres tan joven. Tienes derecho de experimentar lo que quieras.— Comentó y acarició el cabello de su hijo.
Ander sintió un descanso, pues decirle a su madre le ayudaba a sentirse seguro.
💀
Por medio de un mensaje de texto, Polo le pidió a Ander que fuera a su casa, el primer chico estaba muy triste.
—¿Que querías decirme?— Dijo Ander tomando asiento en la cama de su amigo.
—Me da miedo decirte.—
—Vamos, nada hará que deje de quererte.—
—Yo... Yo maté a Marina.— Dijo Polo con lágrimas en sus ojos y bastante nerviosismo.
Ander le miró y se levantó asustado, pero Polo lo siguió y lo abrazó por detrás.
—Por favor, no me dejes solo.— Dijo Polo.
—Le dices tú a Guzmán o le diré yo.— Dijo Ander.
Polo se quedó frío y callado, viendo como su amigo se iba.
Ander soltó algunas lágrimas por la culpa que ahora también cargaba, se arrepentía de haber ido a ver a Polo.
Limpió su cara con su camiseta y respiró profundo.Ander tomó camino hacia la tienda del padre de su novio y entró, ahí estaba Omar, Nadia y Morgan.
Los padres de Nadia y Omar no estaban, así que Ander aprovechó para saludar a su novio con un beso en los labios.
—¿Que hacen?— Preguntó Ander.
—Organizamos algunas cosas de la tienda y Morgan quiso venir a ayudar.— Respondió Nadia.
En un momento Omar y Nadia se adentraron a su casa, que quedaba en la parte trasera de la tienda, irían a buscar unas bolsas.
—Hola.— Dijo Ander a Morgan quien estaba en el piso acomodando unas frutas.
Morgan sonrió y se levantó.
—Hola.—
—¿Puedes decirme que buscas? ¿Que quieres de mí? Porque no le provocas una erección a todos ¿O sí?— Preguntó Ander.
Morgan soltó una risa y le cubrió la boca al muchacho. —Shhhh. Me gustas, pero solo lo hice porque mi hermana me estaba insistiendo, por favor vamos a olvidarlo, no volveré a hacer nada.—
—¿Que te hace pensar que no me gustaría que lo hicieras otra vez?— Preguntó Ander, sorprendido de sí mismo ante sus palabras.
—Bueno...— Dijo Morgan.
Pero la chica no pudo continuar hablando, ya que Ander la tomó del rostro y la besó, empujándola contra unas canastas de fruta, y ella correspondió tomándolo de sus brazos.
—Ya... Ander.— Morgan rió tratando de apartar al muchacho que no dejaba de besarla.
—No sé que tienes, pero me gusta estar así de cerca contigo.— Comentó él y la tomó de la cintura.
—Dios... Para. ¿Acaso vas a follarme sobre las canastas de fruta?—
Ander rió y negó.
—Me has buscado y me has encontrado, ahora será difícil que escapes de mi.— Le susurró a la chica y le mordió el labio.
Morgan gimió debido a las acciones del muchacho.
Ander quedó mirándola con atención, nunca había oído un sonido femenino, y le pareció tan hermoso.
—Estoy tan cansada, he estudiado tanto hoy, y además con lo de la tienda, Dios.— Dijo Nadia volviendo a la tienda junto a Omar.
Tampoco nadie los había pillado ésta vez, sentían el miedo de ser descubiertos y eso era emocionante.
Excitante.
Omar miró un poco mal a Morgan y se acercó a Ander enrollando sus brazos en el cuello de él.
Morgan observó aquella escena y después miró hacia otro lado rodando sus ojos con fastidio.
Estaba ligeramente celosa, porque compartir nunca fue su mayor virtud.
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Sɪʀᴇɴᴀ; Aɴᴅᴇʀ
Фанфик❝ Ella me hacía contener la respiración, pero moriría ahogado por quedarme anclado entre sus piernas. ❞