And he has to be by your side

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Llovía sin cesar y Yuta sólo tenía para pagar el transporte público. Supo que había sido mala idea estar sólo en musculosa sin embargo, no le importó.

Tenía la suerte de tener valijas impermeables así que en todo el trayecto lo único que tuvo mojado era él mismo.

El autobús le dejó a 5 cuadras de la casa en la que le dieron una oportunidad de trabajo, en donde conoció a 2 personas increíbles y que a la hora de un desliz, les dejó todo lo peor de él y huyó como un cobarde. Sí, en el camino iba maldiciendo para sus adentros y con la cabeza gacha.

Es el único lugar donde quiere estar, a pesar de que Johnny le pidió que se quede en su casa unos días, él sabía que se iba a acobardar si hacía eso.

Es el momento de afrontar todos los problemas.

Estuvo un rato preguntándose a sí mismo en si golpear la puerta o no. Hasta que golpeó la puerta dos veces, con contundencia y seguridad.

La puerta se abrió, dejando ver a un chico de la altura de Minseok, pero no era Minseok.

-Tú... —Jongdae lo señaló con el dedo. Hasta que, cerró la puerta sin más.

El pelo de Yuta estaba pegado en su frente y nuca, y a pesar de estar en el cobertizo de la casa, seguía cayendo agua arriba de él.

Se separó un poco de la entrada cuando escuchó murmuros del otro lado de la puerta, se volvió a abrir, ahora con Minseok del otro lado, con mirada fulminante.

Yuta abrió la boca, pero luego la cerró.

Minseok apretó los labios y con su mano hábil le pegó una cachetada tan sonora que hizo que Jongdae los cotillee de donde estaba. El mayor hizo un ademán con la mano y le pegó otra cachetada, pero esta vez con la mano menos hábil y cerró la puerta estruéndosamente.

Supongo que eso era todo lo que podía esperar.

Se alejó de la entrada, no llegó a dar dos pasos siquiera cuando la puerta se abrió por una última vez.

-Entra. —Jongdae nuevamente apareció.

Yuta se metió rápidamente en la casa, soltando un suspiro fuerte al entrar.

-Creo que me debes algo, capullo. —Minseok lo confrontó, cruzado de brazos.

-En serio Minseok, lo siento mucho. Y-yo... Me arrepiento de todo lo que les hice, en especial a Taeyong... Él no se merecía nada de lo que pasó.

El coreano pasó su lengua por la mejilla interna antes de responder.— ¿Sabes? Las cosas no son así de fácil, Yuta. —exhaló por sus fosas nasales con rudeza y carraspeó su garganta dispuesto a seguir.— Conmigo no van a hacer fáciles. Quizá, cuando vayas al cuarto de Taeyong y le digas 2 palabritas él va a estar de rodillas ante ti como el tonto enamorado que es. Pero conmigo no. Y quiero que me digas qué mierda haces tú aquí.

-No ha sido sencillo todo lo que pasé en Japón para mí tampoco. —Yuta podría jurar que cada parte de su cuerpo temblaba por el frío.

-Estoy enterado de que tuviste una pareja. Muy mal no la pasabas ¿no?

-Quería seguir mi vida, sabía que si volvía a Corea no iba a ser lo mismo. Pero no podía continuar engañándome a mí mismo diciendo que, Minhyuk me gustara siquiera, cuando el amor de mi vida siempre fue tu hermano. Y-y en serio lo siento mucho. —Eventualmente Yuta quebró por segunda vez frente a alguien, aunque esta vez lo conocía hace más tiempo. Sollozó, poniendo su antebrazo en los ojos. Estaba absolutamente frío.— Quise evitar pensar que lo extrañaba, traté mal a un montón de personas, incluso a mi madre... Ella, ella falleció y no pude disculparme con ella y decirle que tenía razón, que Taeyong es el amor de mi vida.

Yūzai | YutaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora