Can't

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Al día siguiente, Yuta se despertó por la exasperante alarma que tenía en el móvil. Aún pensando en la conversación que tuvo ayer con su madre y que al volver a su habitación (a eso de las 12 am), se encontró a Minhyuk escuchando música mientras copiaba algo. Supongo que adivinó que escuchaba música por los tarareos tan suaves del rubio, totalmente perdido en copiar.

Flashback.

-Hola. —Minhyuk pegó un pequeño salto en su lugar, sacándose un auricular y luego, con una sonrisa cohibida, espetó.

-Hola.

-¿Qué haces? —Yuta cerró la puerta a sus espaldas y dejó la mochila en el piso, cerca de los pies de la cama en la que ahora se iba a acostar y que seguramente al día siguiente se queje de lo incómodo que es.

-Estoy copiando los apuntes que hoy no pude copiar. ¿Que hacías tú a tales horas afuera de la habitación?

-No te importa. —replicó un poco molesto.

-Perdón, sólo... Era un chiste, sabes, una pregunta graciosa.

Yuta cayó en la realidad y se dio cuenta de que estaba reaccionando a la defensiva.

-No, no pidas perdón. Fui un cretino, lo siento.

-Está bien.

-¿Qué copias? —Inquirió Yuta, cambiando rápidamente de tema.

-Mmn... ¿Historia mundial del arte? Realmente no sé lo que escribo. —rio un poco, peinando para atrás con sus manos el pelo.

-Déjame ver. —Yuta se acercó y se sentó al lado de Minhyuk, observó la hoja en la que copiaba tan absorto.— Se ve divertido.

-No, realmente no es divertido. —El coreano miró por un instante a Yuta, volviendo a bajar la vista a su hoja con vergüenza.— Te ves bien. —se mordió el labio inferior, casi sintiendo el rubor en sus mejillas.

-Te ves lindo con las mejillas rosadas. —Minhyuk se cubrió la cara iniciando una carcajada ahogada por las palmas de las manos. "Yuta ¿qué mierda dices?" Pensó.

Entremos en la mente de Yuta; Él está pensando seriamente en coquetear con Minhyuk, y no sé, quizá llegar a algo, porque le parece un chico atractivo, pero sólo eso. Aunque en el fondo (no tan en el fondo) no quiere hacerlo, porque sigue sintiendo cosas por Taeyong. Claro, él prefiere ignorar esa voz tan fuerte y grave que le dice que todo esto está mal, y que es mejor que deje todos los estudios, cuide de su madre y cuando ella mejore o fallezca volver a Corea para ser feliz con quien es el amor de su vida, aunque él lo niegue es así.

Minhyuk quedó callado cuando Yuta con la mano más cercana al cuerpo de Minhyuk le descubrió la cara. Lentamente levantó la mirada y vio al japonés, sin expresiones. Tragó saliva.

-¿Estás nervioso? —Esa pregunta casi innecesaria, que hizo poner los pelos de punta a Minhyuk, volviendo a tragar saliva. Las decisiones que ha tomado Yuta han sido en su mayoría, en caliente. Casi ensimismado y autocongestionado en que Taeyong se merecía todo esto y mucho más. Claramente exagerando mucho lo sucedido.

Hundido en la perdición de los ojos del japonés, Minhyuk inconscientemente se acercó a Yuta, y cuando estuvo seguro de besarlo, el ruido de la puerta lo hizo retroceder completamente.

-¡Yuta! ¡Sal de ahí! —El japonés podía reconocer a distancia esa voz tan chillona. Si no se levantaba de esa cama y abría la puerta, Doyoung se quedaría toda la noche si así pudiera, golpeando con sus nudillos la madera que los separaba.

Yūzai | YutaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora