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—¡Mierda! — exclamó el ojiazul.

Eddie miró la mesa y sonrió al ver el perfecto seis que mostraba su dado. Sus mejillas dolieron por la tan marcada sonrisa en ella y tomó su última ficha para colocarla en la meta.

—Jaque mate. — dijo haciendo reír a sus amigos.

Eddie tomó el dinero, Richie con una sonrisa en el rostro dio dos aplausos haciéndolo sonrojar, al fin y al cabo sus clases habían servido de algo.

Todos fueron al sofá, Bill colocó «volver al futuro» y se acomodaron. Beverly, Bill, Stan y Ben en el sillón mientras que Mike, Eddie y Richie en el suelo. Se tendieron sobre los cojines y comenzaron a ver la película, cerca de la mitad de esta, el de lentes se levantó excusándose que iría a fumar un cigarro, Beverly se le unió y ambos caminaron hacia la parte de atrás hasta salir al patio.

Richie prendió un cigarrillo para luego tenderle el encendedor a la pelirroja.

Estuvieron unos minutos en silencio hasta que la chica habló.

—Lo que hiciste ahí fue tierno. — el de lentes la miró extrañado. —Dejar ganar a Eddie.

Richie negó con una sonrisa, miró a otro lado así la pelirroja no notase su sonrojo.

—No lo deje ganar, lo hizo por si solo. — aspiró el intoxicate humo llenando sus pulmones.

—Ajá. — sonrió. —Como sea, igual fue tierno.

Richie miró el suelo, Beverly había insinuado múltiples veces tener conocimiento de los sentimientos del de lentes por Eddie, aún así nunca le había preguntado directamente y Richie lo agradecía. No sabría como reaccionar.

La pelirroja solo suspiró llevando el cigarro a sus labios, no quería colocar a Richie más nervioso de lo que se veía. Ella conocía a sus amigos, y aunque nunca le dio mayor importancia a sus actitudes, sabía que existía algo más que amistad entre Richie y Eddie. Tal vez aún no eran capaces de admitirlo, porque conocía lo suficientemente bien a Richie para saber que llevaba ocultándolo por un par de años y a Eddie quién tal vez ni siquiera era consciente de lo que sentía. Aún así los dejo, aquella pareja tarde o temprano se formaría y ella estaría ahí para apoyarlos.

Volvieron dentro de la casa, la película estaba por terminar y Richie se posicionó a un lado del castaño recostando su cabeza en su brazo, el menor no dijo nada al respecto pero se mantuvo sin hacer ni el mínimo movimiento.

Una vez terminada la película Richie bostezó, no había dormido mucho la noche anterior y sus amigos parecían igual de cansados que él.

—Será mejor que me vaya, ya es tarde. — Mike miró el reloj que llevaba sobre la muñeca. —Nos vemos la próxima semana.

Se despidieron de él, al vivir fuera de la ciudad era quien más se demoraba en llegar a su hogar.

—Yo también me iré, le dije a mi papá que llegaría antes de las 9:30.

Se levantó, rápidamente Ben y Bill se propusieron a acompañarla así que los tres partieron fuera de la casa. Se despidieron exclamando un: «nos vemos el lunes».

Eddie y Richie ayudaron a Stanley a ordenar, no había quedado muy sucio, pero aún así no tenían nada más que hacer por lo cual en silencio —a excepción de uno que otro chiste por parte del azabache— estuvieron algunos minutos ayudando al judío hasta que la casa quedó como si nadie hubiera estado ahí.

Richie suspiró, miró al castaño el cual revisaba su reloj-muñequera para ver la hora, y después de dar una vista a su amigo, asintió. Era como una pequeña señal que tenían para informarse que era tiempo de irse.

𝐋𝐎𝐕(𝐒)𝐄𝐑 | REDDIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora