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—Debes estar bromeando. — se burló el de lentes hacia Mike quien estaba sonrojado a más no poder.

—No sé que estaba pensando. — bufó.

—Pensabas con la cabeza de abajo, seguro.

—Beep-Beep, Richie. — la pelirroja mencionó.

Richie rió. Él y los demás perdedores se encontraban en el club subterráneo disfrutando de un buen sábado por la tarde, había transcurrido poco más de una semana desde que Eddie y Richie habían salido al cine, y aunque habían prometido ir nuevamente, la instancia no se había dado ya que en su mayoría lo pasaban con sus demás amigos.

Stanley había contado sobre su nueva amistad con la chica de su clase de Artes Contemporáneas, ella parecía estar igual de interesada por el judío y aunque aún estaban entablando las bases para una amistad, según lo que relataba; aquello rápidamente podría volverse en algo más romántico.

Entre sus tantos relatos soltó algo que entablaría la burla del de lentes en unos instantes. Stanley había mencionado que en esa semana, cuando acompañó a Patty a su casa, de vuelta había pasado por el «Puente de los besos». Ahí había quedado unos instantes pensando en si sería buena idea marcar las iniciales de él y Patty sobre aquel puente, después de todo ahí iban a marcar la inicial de la persona que te gustaba.

Tras mucho pensar se había arrepentido, recién estaba conociendo a esa chica y no sabía si funcionaría o no.

Mike se había sonrojado, y después algo avergonzado había relatado su anécdota ante los ojos divertidos y asombrados de sus amigos. Contó cuando el año pasado había ido a aquel puente a tallar el nombre de la chica con la cual salía. Al comienzo todos lo habían visto sin creérselo —a excepción de Richie que no podía parar de reír— y a los pocos segundos soltaron una risa contenida.

—Que vergonzoso. — exclamó frustrado, sabía que aquello no era buena idea pero aún así lo había hecho esperanzado que todo funcionaría.

—No me lo esperaba. — el ojiazul vociferó divertido. —Pero no te juzgo, igual pensé hacerlo un par de veces.

Beverly rió mientras negaba.

—Menos mal no lo hiciste, seríamos el hazmereír ahora. — el ojiazul asintió.

—¡Joder, esto es demasiado divertido! — habló el de lentes, sentía sus mejillas adoloridas por tanto reír. —Michael, eres todo un casanovas.

El moreno bufó. Observó a su amigo y aún con el sonrojo marcado en sus mejillas, habló:

—Cómo si nunca lo hubieras pensado, seguro te enamoraste de alguien y quisiste grabar su inicial ahí.

Richie rodó los ojos sintiendo su corazón acelerarse, rápidamente desvió la mirada y tomó su comic para taparse de los ojos inquisidores de su amigo.

—Las personas graban mi nombre ahí, no yo.
— cambió la página. —No soy un idiota, hombre.

Error, era un completo idiota.

Por otro lado Eddie no podía evitar el sonrojo sobre sus mejillas, estaba a un lado de Ben quien no había parado de reír en todo momento y agradeció que las miradas no estuvieran puestas sobre él ahora mismo.

Era un lío de emociones, no podía creer como la conversación rápidamente se había desviado al Puente de los besos. Suspiró. Se sintió ligeramente mal al escuchar al de lentes hablar, pero por parte su comentario no había sido en vano.

El había ido a escribir la inicial de Richie hace dos años atrás en aquel puente.

No era algo de lo cual se sintiera orgulloso. Solo quería hacerlo porque tenía curiosidad de ir y ser parte de algo, además, pensó que con ello de a poco aquel «gusto» o «atracción» que sentía sobre el de lentes desaparecería con el tiempo, pero no había sucedido.

𝐋𝐎𝐕(𝐒)𝐄𝐑 | REDDIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora