Manuel me presentó a una amiga suya que se llama Anita. Bah, se llama Ana, pero le dicen Anita porque es muy bajita.
Ella dice que cree que un monstruo ataca a su mamá en el trabajo porque más de una vez la vio regresar a su casa con marcas en los brazos y en las piernas, o con los ojos rojos como si hubiera llorado. Dijo que una vez incluso tenía dedos dibujados en el cuello.
Su familia es como la mía: sin un papá. El mío se fue, ella nunca conoció al suyo y ni sabe cómo se llama. Eso es muy triste, Mi papá es Héctor y vive en la playa, a un par de horas de nuestra ciudad.
Anita se unió a la ACOMA. Ya somos casi diez miembros: Joaquina, yo, mis tres primos, Manuel y Anita. Un día seremos un ejército y derrotaremos a los monstruos de todo el mundo.
¿Qué aprendí en estos últimos días? Que los monstruos no solo atacan a las niñas pequeñas. También se comen a los niños y a los adultos buenos (como Lucía o la mamá de Anita).
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La niña que luchaba contra monstruos (TAMBIÉN EN FÍSICO)
General FictionLos monstruos están en todas partes. A veces se esconden debajo de la cama o en el armario, pero también pueden disfrazarse de tus seres queridos. Y esos son, justamente, los más aterradores. Mi mamá ha comenzado a invitar a un monstruo a nuestra ca...