Por la noche.
¡Ay, no! El plan falló.
El monstruo esperaba por mí en la sala de estar y no me dio tiempo de ir a mi cuarto a encender la filmadora.
Al parecer, se tomó la semana entera de vacaciones para mudarse a casa con tranquilidad. Sé que no lo dijo ayer a propósito.
Cuando volví de la escuela, él estaba sentado en el sofá mirando televisión. Sonrió al verme y me llamó. Me dijo: "Hijita preciosa, ven aquí".
¡Casi me desmayé del susto!
Me quedé como estatua junto a la puerta. Él se enfadó y volvió a gritar su orden.
Juro que no pude moverme, así que el monstruo se puso de pie y me atrapó.
Debí haber corrido a mi habitación, pero mis piernas no se movían. Tenía tanto miedo que me hice pis encima. Y eso hizo que el monstruo se enojara todavía más.
Entre gruñidos, me arrastró a la bañera.
Y no sé qué pasó luego.
No me quiero acordar.
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La niña que luchaba contra monstruos (TAMBIÉN EN FÍSICO)
Narrativa generaleLos monstruos están en todas partes. A veces se esconden debajo de la cama o en el armario, pero también pueden disfrazarse de tus seres queridos. Y esos son, justamente, los más aterradores. Mi mamá ha comenzado a invitar a un monstruo a nuestra ca...