74. DOMINGO

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En la noche.

No pude escribir antes.

Me desperté tarde y pasé la mañana mirando por la ventana de mi cuarto a la espera de la tía. No sabía a qué hora iba a llegar. Quería ver su ejército. Sin embargo, en algún momento, antes del almuerzo, me quedé dormida. No sé cuándo fue.

Me despertaron los gritos de mamá. No abrí los ojos porque estaban pegajosos, pero oí pasos en el corredor y la puerta de mi cuarto que se abría.

Recuerdo que escuché la voz de papá, ¡de papá!

Eso me hizo sacudir la cabeza, el sueño desapareció de inmediato. Y, aunque yo todavía no entendía bien lo que pasaba, sé que él me abrazó. Me alzó entre sus brazos y me dijo que todo estaba bien.

Yo también lo abracé y me puse a llorar.

La niña que  luchaba contra monstruos (TAMBIÉN EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora