Ayer, muchísima gente entró a mi casa en la tarde y en la noche. Algunos ni sé quiénes eran.
Un médico vino a verme, me obsequió un par de dulces y dijo que iba a estar bien, que él me iba a curar y que otros doctores me visitarían pronto para conversar. Parece que tengo algo que se llama "neumonía atípica" porque mamá no me llevó por no sé qué vacuna que debían darme el año pasado.
Tres policías se llevaron al monstruo a confesar sus ataques a otro lado. Le pusieron brazaletes plateados y lo empujaron adentro de un coche. Papá me dijo que no volveré a verlo, pero escuché que otro señor le prometía a mamá que solo lo encerrarían por la noche para preguntarle cosas.
No sé quién estaba mintiendo. Quiero creer que papá decía la verdad.
La abuela también llegó como a las tres de la mañana, estaba en camisón y toda despeinada. Se quedó con mis primos y conmigo en mi cuarto mientras los otros adultos veían el video. ¡Se grabó bien!
Escuché que papá lloraba y que le gritaba a mamá. Le dijo cosas muy feas y otras que no sé qué significan.
La tía también le gritó a mamá, pero lloraba tanto que no entendí ni una palabra.
Todavía discutían cuando me quedé dormida.
Solo sé dos cosas:
1. El monstruo se fue.
2. La ACOMA ganó su primera batalla.
¡Ya casi termina la historia!
ESTÁS LEYENDO
La niña que luchaba contra monstruos (TAMBIÉN EN FÍSICO)
General FictionLos monstruos están en todas partes. A veces se esconden debajo de la cama o en el armario, pero también pueden disfrazarse de tus seres queridos. Y esos son, justamente, los más aterradores. Mi mamá ha comenzado a invitar a un monstruo a nuestra ca...