BE MINE © || Rock Lee x Lectora

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— ¿Entonces eso pasó? — Ayame preguntó por tercera vez sorprendida.

— Bueno... N-No tanto así — dije vertiendo los palillos en el ramen.

No iba a comer seguido en aquel establecimiento, pero era una buena excepción; además de poder dialogar en busca de una respuesta a todas las dudas que mantenía conmigo.

El entrenamiento junto a Lee había culminado hace unas horas. Y a pesar de sentirme agotada al límite, pude reaccionar y llegar hasta Ichiraku Ramen por una merienda.

Si me hubiese dejado llevar por el dolor a consecuencia de las dos mil vueltas al campo, quizás estaría en el hospital.

— Ay, ______. Parece que le caes bien; no temas en aceptar eso — mencionó apoyando su rostro en ambas manos — ¿O acaso tienes miedo de otra cosa? —

— N-No exactamente —

— ¿Entonces? — bajé la mirada hacia el plato a medio llenar.

Todo estaba perfecto.

En mis pensamientos solo podía caber la posibilidad de conocer a Lee más allá de su personalidad. Conocer realmente a Rock Lee tal y como es.

Sin embargo, hubo un aspecto de él que me dejó con los ánimos decaídos cuando finalizó todo ejercicio.

— Es sobre aquella pelirosa que vino luego — comenté sin verla, aunque tuviese una gran molestia atracada en la garganta.

El dolor muscular en ese instante parecía simple cosquilla a comparación del aquejar de mis emociones.

— ¿Hablas de Sakura Haruno? — un sonido de sorpresa salió de la boca de Ayame.

Asentí dos veces sorbiendo los fideos al dente.

Pude sentir muy bien el amargor que se quedó al fondo de mi boca con solo rememorar aquel momento.

— Pero, ¿Qué pasó? ¿Y qué hacía Sakura ahí si supuestamente solo estaban ustedes dos entrenando? — preguntó ahondando el tema.

Tragué salida y suspiré alejando el platillo a un lado.

Recordar era fácil, pero no el de recobrar esa sensación.

[FlashBack]

— ¡Excelente!, una vez más y habrás dominado la técnica — exclamaba el azabache con mucho ánimo luego de que faltara solo una vuelta al camoo para culminar el 'calentamiento breve' a todo este ejercicio.

— E-Espera... — dije agitada exhalando el aire de mis pulmones.

Correr alrededor de la Academia era sencillo, pero hacer eso mismo a un campo de entrenamiento y con el paso apresurado, era otro nivel.

— Solo te falta una y estarás lista, _____-San —

El ánimo de Lee es una de sus máximas cualidades si de necesitar motivación se trata.

En la vuelta número cien estaba tirando la toalla; sin embargo, al oír su voz entusiasta, ésa flojera acabó aplastada.