BE MINE © || Rock Lee x Lectora

20

La noche estrellada y la poca luz ámbar del lugar daba ese ambiente silencioso además de cómodo para gusto nuestro. La sigilosa acción de mis pies sobre ma hierba alta daba esa sensación de tranquilidad a costas de una noche casi triunfante.

El bullicio; por su lado; continuaba a nuestras espaldas y lo único que teníamos pensado era en qué hacer ahora por la poca información obtenida.

[Flashback]

La visión y perfil de un ninja indomable había sido el único estándar en el que Lee pudo tener en cuenta en tiempos tan repentinos como la noche que se presentaba.

En un restaurante de sushi con platos llenos de éste, donde las bebidas y risas a montón solo eran un poco de lo que estaba ejecutándose dentro.
Pero más allá de todo el ambiente, se encontraba lo que Lee realmente ansiaba obtener; la vista de su maestro. Quien se hallaba en un reto a muerte contra nada más ni nada menos que el Hokage de la Aldea.

El azabache entornó su mirada y un diálogo digno de héroe contra todo pronóstico en busca del regalo ideal para la boda de Naruto y Hinata. A lo que ambos adultos nos miraban paulatinamente con atención prosiguiendo con su batalla.

En un inicio, el albino se negó a que su compañero de cejas pobladas diese información sobre la ceremonia; debido a la cultura y lo restringida de ésta.

Pensé que ello ya no servía; pero Lee insistía a tal punto de mostrar una mirada llena de fuego y eso alentó a una decisión.

—¡Kakashi, estoy decidido!—elevó la voz el de traje elástico, observando a su colega quién solo lo contemplaba—Iré como todo buen profesor a ayudarlos. Voy ganando, 47 a 46 en esta primera ronda de sushi!

El pulgar del moreno se elevó causando de que el de ojos redondos tuviera un brillo singular en esa mirada. Lee de inmediato derramó lágrimas llegando a abrazar a su mayor inspiración de vida y entrenamiento ninja; su maestro.

—¿Hm?—asomó la vista aquel peliplata sin preocupación de lo que se acontecía—Me parece que contaste mal esta vez, Gai.

Su colega de traje verde crispó ante ese comentario dejando de lado a su alumno y girando la silla de ruedas con rapidez.

—¿Cómo que conté mal? Llevo victoria en esta primera fase, Kakashi. He comido más que tú—aquello era notable por su abdomen creciente.

Lee giró a verme encogido de hombros limpiando poco a poco el recorrido de sus lágrimas sobre las mejillas y se acercó a ver los platillos mientras un debate se suscitaba entre los adultos. No supo si realmente era así el contar de comida ingerida, ambos parecieran haber consumido el mismo porcentaje.

—Fui el que inició y se contabilizó desde ahí, Gai. Apuesto que a la próxima lo lograrás...—el Hokage mostraba felicidad bajo esa máscara entretanto tomaba el hombro de su compañero, quien a su vez se rehusaba.

—¡Kakashi! ¡Apuesto a que puedo comer más que tú en esta nueva ronda!

—Gai, no creo que sea necesario... Tus estudiantes están esperando—señaló el peliplata, a lo que su compañero rió.

—¡Temes a que te pueda ganar, eh!

—Oh, cielos...—Lee retrocedió hasta toparse conmigo—Me temo que esto tardará más de lo debido.

—¿Por qué?—pregunté ingenuamente y sin gesto alguno.

La situación no notaba tanto lío como de costumbre. Por lo que tenía entendido ambos eran rivales; obviando esto del reto de comida, creo que se llevaban muy bien.