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— Lee... Sasuke ha llegado a Konoha — mencioné decaída ante su actitud.

Antes que sucediera todo, me dispuse a dar un largo caminar tras haber entrenado

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Antes que sucediera todo, me dispuse a dar un largo caminar tras haber entrenado. Había considerado ir a Ichiraku Ramen a pedir un consejo; o mas bien una petición.

Me sentía exhausta.

Estaba al borde de querer dejar de lado los Exámenes Chunnin por falta de motivación y tiempo para enfocarme en los jutsus; además de no tener algún don en específico.

Así que era una gran oportunidad de liberar mi mente.

Ayame por supuesto estuvo ahí varada, vertiendo el caldo en los tazones de porcelana; el olor del ramen inundaba cada rincón del local.

Di unos pasos al frente con precisión; y cuando finalmente la castaña me vió entrar... todo el chisme cubrió el establecimiento.

— ______, hay problemas... — murmuró atrayendo mi cuerpo a la barra de servicio — Sasuke ha sido visto en la Aldea esta mañana... — su rostro impresionado se dejó notar ante los comensales.

Por un momento, toda la bocanada de aire se disipó.

Traté de mentalizarme en cómo decírselo al azabache... Idear un plan que evitase ello. Pero no lo encontraba, así que pensé que era poco posible decirle lo que iba a ocurrir.

Empecé a sentir una pesadez por ver a alguien sufrir en vano... Más si era él.

Ayame me había ofrecido un Ramen en ese instante. Uno con varias tiras de cerdo y pescado en esencia. Así haya sido lo más agradable... El amargo sabor de la tristeza se asomó por la garganta.

— Lee deberá aprender por las malas, _____. No creo que nos escuche y menos a sus amistades; ya todos lo han intentado — comentó preocupada la castaña.

Me estaba rindiendo. Asimilando que todo era por efecto propio de su mala decisión.

No obstante, dirigimos la mirada hacia la chica de moños que ingresaba al local hecha furia arrastrando sus pasos.

La reconocí al instante igual que Ayame.

TenTen Anma.

Ella no dejaba de resoplar por el mismo motivo que teníamos: No encontraba a Lee por ninguna parte existente de Konoha.

— Me gustaría comer algo; pero realmente no me apetece. Gracias — murmuró dejando caer su cabeza sobre la mesa delantera.

Enfocaba su mirada en la mía. Realmente quería saber la razón del por qué buscaba a Lee a estas horas de la tarde igual que yo.

Y entre una indirecta y otra mezclada por la astucia de Ayame, al final unimos conversaciones.

De hecho, creí que TenTen era más estricta de lo que aparentaba, pero solo estaba herida por el pasado y por lo que debía hacer con su equipo hoy.

BE MINE © || Rock Lee x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora