17

1.5K 204 76
                                    

Narra Lee.

Solo quedaba un par de minutos para que la mañana se aclarara en todo su esplendor. Tal vez un poco más considerando el tiempo en que llevábamos entrenando esta mañana en equipo, o eso creía por el sol que empezaba a resaltar.

Suspiré un par de veces con el manuscrito en la mano y la intriga en mis adentros por la eventual charla compartida anoche con Sakura-San. Y aunque fuese solo cuestión de entender lo que ocurría, acabé sin ideas luego de ello.

Limitado y sentado sobre el tronco cortado cerca de los demás; mirando un punto muerto entre todo ese pastizal y los sonidos de golpes como fondo de este día tan confuso para mí.

Necesitaba un rayo de luz.

¡No! ¡Necesitaba más que solo eso!

Requería de confianza, de plenitud, de ayuda para poder disolver todos los pensamientos ajenos al tema central. Los ímpetus de la juventud pasan su más larga factura.

—¡Lee, ¿No vas a entrenar con nosotros?!—gritaba Tenten a unos metros en medio de su práctica con Neji, apenas pude dejar la ensoñación de lado y sonreír como todas las mañanas.

—¡C-Claro!—mencioné dejando el pergamino sobre el árbol y caminando hacia ellos.

Si de algo resulta práctico e indiscutible, el practicar taijutsu siempre me ha resultado bien para tomar decisiones. Se dice que es parte de todo shinobi, que nos enfoca en mantener la serenidad y juventud en las líneas despejadas. Por algo Gai-Sensei opta por tomar las mejores alternativas ante los casos más turbulentos.

¡Es un gran ejemplo!.

—¡Bien!... ¿Qué dicen si corremos por todo Konoha?—referí triunfante con la sonrisa opaca.

Siento que puede mejorar a lo largo del día todo ánimo pesimista; pero estaba en gran desventaja si no tomaba apuro con la situación.

Al no obtener una respuesta, miré a ambos en una postura diferente.

—Lee—enunció finalmente Tenten con las manos en la cadera—¿Te ocurre algo?

Por alguna razón, me quedé quieto ante esa pregunta. Tragué en seco y volví la mirada que había rehusado hace unos segundos atrás.

—¿Por qué preguntas eso, Tenten?—reí al final.

—Una pregunta no se responde con otra—interfirió Neji al lado de ella, la incomodidad llegó consigo—Tenten está preocupada desde esta mañana por tu actitud.

—¿Mi... Actitud?—replico con las mejillas encendidas.

Parece que no va a ser fácil ocultar lo que planeaba. Debí tener mayor precaución de esto en pleno amanecer de Konoha, sin embargo; creí que podría obtener la ayuda necesaria pronto o más bien, directa.

Pero aunque uno costase la mayor parte de su tiempo en este dilema, creo que ni yo mismo podré lograrlo.

—Estás tan distraído que no escuchaste lo que acabo de decir—me encontré con la mirada enojada de Tenten luego de unos segundos; realmente parece que estoy muy perdido en mis pensares para que ella llegue a sentirse como tal.

—L-Lo siento, Tenten—me incliné de inmediato en forma de disculpas.

Si algo he aprendido en este tiempo de juventud, es que nunca se le debe hacer enojar a una chica; muchos han mencionado las consecuencias fatales de ello.

Nunca se debe minorizar a una kunoichi. Bueno... Esa es otra regla.

—Ah...—suspiró ahora una sonriente Tenten—Me haces recordar a ____ cuando tratas de disculparte de esa forma.

BE MINE © || Rock Lee x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora