Y por más simple que parezca...
Resulta que no es fácil todo esto.
Sonará ridículo, absurdo, poco común...
- Pero me gustas... Me gustas Rock Lee -
🔵 Rock Lee x Lectora
🔵 Personajes de Masashi Kishimoto
🔵 Dedicado a un personaje que necesita má...
Mis manos frías socorrieron los pómulos debido a aquella impresión que nos daba el pergamino. Sin duda alguna fue lo más próximo a hacer gracias a la fuente que confirmó lo que teníamos en mente.
—¿Estás segura de eso?—preguntó Lee expandiendo sus ojos redondos a mitad de su ramen en el restaurante Ichiraku.
A tal escala de suspenso y con clientes al lado nuestro, Ayame asintió con una sonrisa dejando en claro que ese rumor estaba invadiendo toda Konoha y a la par nuestras mentes casi preparadas para ello.
Lee volteó a verme con ese mismo semblante que perduraría todo el día en mi mente, gracias a ese ligero rumor.
La Boda de Naruto y Hinata.
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Suspiré halagada por la noticia y de poder ayudar al azabache en esta ocasión. Lee me había comentado por el camino sobre aquel manuscrito sin éxito en descifrarlo; o al menos haberlo leído completo para poder hacerlo.
Entre risas y unos rubores sobre las mejillas por el silencio, nos topamos con el local de Ramen más conocido en Konohagakure. Siendo este el primer plano para poder descansar y tomarnos el tiempo suficiente de resolverlo.
Ayame en un principio empezó a impactarse que nosotros estuviésemos juntos dentro del establecimiento; miles de oraciones adornaron el espacio; y suposiciones ni qué decir.
Estaba a tal punto de descontrol que tuve que aclarar con desgano que sólo era por una misión de emergencia. Asunto que ni ella misma se lo creía.
Lee por su lado, negó mi postura y resaltó que era más que eso... Que era más que solo la que le ayudaba en este caso. Y a pesar de que Ayame desde ahí dedicara una sonrisa socarrona cada vez que pasa por nuestro delante, para mi fue el estallido de emociones bajo los olores culinarios y el respirar a fondo por los suspiros.
No podía dejarlo de lado.
—¡Yoshhhh! ¡Esto será emocionante!—mencionaba el ojinegro llevando el borde del tazón directo a sus labios.
El pergamino yacía sobre la mesa y los restos de pensamientos alineados a ese también.
Reí en bajo siguiendo ese ritmo de vertir los palillos y comer, me sentía cómoda.
Lee era una de las personas en las que se podía confiar plenamente por cualquier motivo; y esa es una gran verdad.
Y no solo por cuestiones de taijutsu; quien es uno de los usuarios con mayor dominio; sino que a su vez resultaba un ninja agradable en su totalidad por el entusiasmo y energía positiva que lo lleva a conseguir lo que quisiera.
