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Los raspones y caídas se generaban uno tras otro bajo la sombra de los árboles cercanos al riachuelo de Konoha.

Si la fuerza y consciencia estuviesen de lado mío, tal vez las heridas no serían muchas al igual que el agotar de energía.

Ahora, con el espasmo sobre mi pecho y los nervios de punta, siento que estoy a punto de colapsar en cualquier momento.

— Te falta fuerza en el golpe — mencionaba Neji con seriedad mientras avanzaba — Debes sentir que das un toque leve, pero con la intensidad devastadora que requiere éste —

Por el rabillo del ojo fijaba su vista en mí entretanto recurría golpearlo a la perfección como él solicitaba.
A medio respirar y con ambas manos puestas sobre las rodillas por el cansancio que llevaba.

— Entiendo — refunfuñé.

El ejercicio era simple según mi criterio; intentar golpear al castaño o producir al menos una lesión en alguna parte de su cuerpo antes del mediodía.

Si lo lograba, podría tener en cuenta que mis habilidades y esfuerzo mejoraron completamente.

Sin embargo, por más simplicidad, para mí era todo un reto a conseguirlo.

Neji es demasiado veloz, y por mucho puede llegar a utilizar todo el chakra que conserva para dejarme noqueada con un solo dedo. Desde su arte en rapidez de ataque, incluso los finos rasgos de un golpe contundente.

Y esto conllevó a quedarme pensativa desde hace unos días para practicar. Cuando nos vimos cerca a la entrada de la Aldea supe que este entrenamiento iba muy en serio. No sería tan rutinario como lo que planeaba realizar, sino que vendría a encajar otro estilo más avanzado.

Y para mi sorpresa... Lo es... Más de lo que esperaba.

— De nuevo — repitió el Hyuga posicionándose — Más fuerza y sin quiebres, recuerda eso —

Su postura cambió a una en declive dejando sus cabellos en ambos lados de su rostro pálido. Tan concentrado como un shinobi experto; y tan ensimismado en la dureza de la versatilidad.

Ante ello, solo opté por sentarme sobre el pastizal al analizar bien la situación. Con las manos temblorosas por el daño y la frente llena de gotas de sudor por el sobre esfuerzo que acababa de hacer.

Observé mis palmas a la par de que me cuidaba a la distancia de alguna queja por parte del Hyuga. Sentí el hervir de mis mejillas por la pena que sentiría si ocurriese.

Pero no fue como tal.
Ya que Neji se enderezó dejando libre el propio peso de sus brazos. Sus pasos comenzaron a resonar tras unos segundos de largo silencio, hasta lograr escucharse a mis espaldas.

Realmente estar cerca a él causaba que los vuelcos en mi abdomen sean más fuertes que mi propio flujo de chakra. ¡Y eso es trampa!

— ¿Acaso gané este encuentro? — el agua se acunaba en las manos del castaño dirigidas a refrescar su rostro.

Resoplé inflando los mofletes con una mirada angustiada.

— N-No es eso... — aclaré — Necesito curar mis heridas. No puedo dejarlas expuestas por mucho tiempo —

— ¿En serio? Dijiste lo mismo hace unos minutos.

— Pues esta vez si lo haré — retomé nerviosa aquella mochila donde los vendajes rebalsaban el contorno enmallado.

Tan solo necesitaba un poco para poder envolver el antebrazo y la pantorrilla. Lugares aniquilados por el poder de un Hyuga realmente talentoso como lo es Neji.

BE MINE © || Rock Lee x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora