𝘮𝘺 𝘣𝘰𝘺 - evanstan | ✔

𝓉𝓌𝑒𝓃𝓉𝓎

Entraron a la casa quitándose la ropa, completamente desenfrenados, sin saber dónde posicionar sus manos. Al entrar por la puerta se miraron durante un segundo y volvieron a besarse con pasión.

Chris puso contra la pared a Sebastian y empezó a lamerle el cuello, junto a algunas pequeñas mordidas y a algunas sutiles marcas. Tal vez aquello fuese malo para el trabajo, pero en aquel momento, no le importaba nada.

—¿Vamos a la cama? —Preguntó Sebastian entre gemidos.

Chris respondió separándose un poco y luego atrajo hacia él violentamente, haciendo que sus pechos chocasen y Sebastian se excitase aún más. Se besaron de nuevo y caminaron hacia la habitación. Chris abrió la puerta y empujó levemente a Sebastian contra la cama, haciendo que cayese en esta.

Se puso sobre él y lo besó salvajemente. Los besos empezaron a bajar por su cuello, por su torso desnudo, hasta que llegaron al pantalón. Lo desabrochó y lo bajó un poco junto a la ropa interior. Empezó a besarle su sexo y a lamerlo lentamente, para luego introducirlo en su boca y empezar a moverla con suavidad mientras lamía el interior.

Sebastian gemía de placer mientras Chris lo intensificaba cada vez más. Cesó con la boca y pasó a su cuello de nuevo, continuando con su mano el trabajo. Sebastian le quitó el pantalón rápidamente y lo imitó. 

Dejaron las manos y empezaron a rozarse. Chris le dio la vuelta y empezó a besarle la espalda, llegando hasta la parte inferior. Tomó su miembro y empezó a rozarlo contra él.

—Espera Chris, yo nunca...

—¿Nunca lo has hecho?

—No con un hombre.

Chris sonrió.

—Tranquilo, iré despacio.

Cogió un condón y se lo puso rápidamente mientras intentaba rozarse lo máximo que podía contra él.

—¿Listo? —Susurró en su oído mientras empezaba a introducir su sexo.

Fue despacio, Sebastian no podía evitar sentir dolor. Era una sensación extraña, pero no desagradable, pese a todo, aquello le estaba gustando, y mucho.

Chris empezó a moverse con más desenfreno, haciendo que Sebastian gimiese más, ¿cómo es que nunca había probado algo como aquello? Pero a la vez sentía golpes dentro de sí que eran un poco incómodos. Aquella sensación era completamente nueva para él, y no sabía cómo sentirse.

—C..Chris, por favor... No puedo más...

Sebastian se separó rápidamente de él, por mucho que le gustase el dolor cada vez se sentía más fuerte, tal vez por la nueva experiencia.

—¿Vamos a parar ahora?

—No. —Respondió Sebastian mirándolo fijamente.

Se acercó hasta él y lo tumbó. Retiró el condón y empezó a lamerle el miembro mientras lo miraba a los ojos. Lo metió en la boca y empezó a moverla de arriba a abajo. Chris estaba gimiendo gracias a él, y eso le gustaba.

Mientras tanto, masajeaba su zona íntima, él tampoco había terminado, y cada vez se ponía más caliente, pero no podía continuar con el sexo.

Notó algo en su boca, Chris ni siquiera le había avisado, y no sabía qué hacer, lo tragó y lo miró entre extrañado y asustado.

—Perdón, no he podido evitarlo —Dijo Chris justo antes de besarlo en los labios—. Te lo recompensaré.

Lo puso tumbado sobre la cama y puso la mano en su sexo, moviéndola de arriba a abajo, masajeando a la vez con el pulgar en formas circulares la parte superior. Sebastian se encontraba completamente perdido por Chris.

Terminó agotado, mientras Chris sonreía y lo besaba. Se puso la mano en la boca y lamió la sustancia de Sebastian.

—¿Estamos en paz?

Sebastian sonrió y cerró los ojos por un momento, se encontraba completamente exhausto.

—Voy al baño, ¿quieres quedarte a dormir?

El chico asintió y esperó tumbado a que fuese su turno de ir al baño. Había sido una experiencia única, pero que se iba a repetir muchas más veces, o al menos eso esperaba él.