𝘮𝘺 𝘣𝘰𝘺 - evanstan | ✔

𝓉𝓌𝑒𝓃𝓉𝓎 𝒻𝑜𝓊𝓇

—¿Chris?

Sebastian intentó que no se notase que estaba nervioso, pero su voz temblorosa lo delataba.

Chris se giró para mirarlo, notaba como estaba entristecido, ni siquiera podía mirarlo a los ojos.

Sebastian tomó aire y lo soltó, necesitaba fuerzas para mantener una conversación con él.

Se sentó a su lado y despacio intentó tomar su mano, lo suficiente para saber si él quería o no. Chris entrelazó sus dedos y apoyó su cabeza en el hombro de Seb.

—¿Qué acaba de pasar ahí dentro?

Sintió como Chris apretaba su mano.

—Lo siento, este sitio saca lo peor de mí.

—¿Y por qué vienes?

—Porque lo necesito, es mi medicina. Cuando todo va mal, esta es mi vía de escape.

Sebastian exhaló.

—No lo entiendo pero... ¿Lo has hecho por la conversación de antes?

—No, ahí también me he pasado.

Chris se incorporó y lo miró a los ojos.

—Creía que si te traía aquí y veías este yo y aún así seguías a mi lado, estaríamos juntos para siempre, soy un romántico de cuento, pero solo he conseguido cagarla.

Sebastian negó rápidamente sonriendo, le había hecho gracia que alguien como Chris dijese que quería estar con él para siempre.

—No la has cagado, solo... Me he sorprendido. ¿Solo eres así aquí? Toda esa violencia.

—Por Dios Sebastian, sería incapaz de hacerle daño a alguien, tal vez por eso soy tan violento aquí. No lo sé, no entiendo lo que me pasa, pero desde que vengo aquí siento que mi pánico al mundo se ha reducido.

Sebastian no entendía porqué Chris estaba tan obsesionado con aquel tipo de violencia, pero creía que algún día sería capaz de entenderlo, quería entenderlo.

—Cuando era pequeño mi padre se drogaba —Chris lo miró sorprendido—. No te estaba juzgando pero, Chris, me gustas, ver a la persona de la cual estoy enamorada hablar así de fácil sobre ese tema yo...

—Lo siento muchísimo no sabía qué... Dios, soy tan idiota.

—Un poco, tal vez. —Sebastian se rió, haciendo que Chris no pudiese evitar imitarlo—. Pero aún así... Hoy quería decirte algo.

Sebastian tomó la mano que tenía cogida y lo besó en los nudillos.

—Chris, ¿quieres salir conmigo?