Capítulo 14 De Nuevo

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Taehyung POV.-

Gruñendo volví a girar sobre mi eje, era ridículo, era imposible, pero ahí estaba. Había pasado la noche anterior con Hoseok y el olor de su cuerpo seguía sobre el mío. Entendía a la perfección que todo estaba en mi cabeza, no era real. No podía ser real. No podía seguir llevando su olor sobre mí.

—Estúpido —susurré mirando la pantalla de mi celular... Las dos de la mañana —ya duérmete.

Cerré los ojos e intenté apaciguar mi mente, pero no podía. Había pasado un día muy divertido y alegre junto a ese idiota. Trabajamos en la nueva propiedad hasta el cansancio y mi hermano me arrancó más de una carcajada en sus intentos de mantener a mi esposo lejos de mí. Había disfrutado mi día y no me gustaba para nada el haberlo hecho.

Apoyé la mejilla en mi antebrazo y el aroma a coco me llenó las fosas nasales.

—Ay mierda.

Rendido me puse de pie, me puse una chompa gruesa y salí de mi habitación, bajé las escaleras y salí de casa. Respirar un poco de aire puro seguro me renovaba el aire atascado que tenía en mis pulmones. Comencé a caminar disfrutando de la quietud de la madrugada. El aire pasaba suave y juguetón despeinando mis cabellos, moviendo las hojas de los árboles para que me saludaran.

Las estrellas aún brillaban en el cielo negro azulado, los recuerdos de mil experiencias vividas en este lugar comenzaron a desfilar frente a mis ojos. Nana... Papá... Mamá... Todos. Las millones de veces que Jimin vino a jugar conmigo.

—Cómo hemos llegado a esto —suspiré recostando la espalda en el tronco de un árbol.

Me dolía entender que mi mejor amigo ya no era mi mejor amigo. Aún si las cosas se arreglaban entre Hoseok y yo... Jamás podría volver a confiar en Jimin, la confianza entre nosotros ya no existía y dolía de verdad.

—Esto es ridículo...

—También lo creo.

—Hijo de la... —giré asustado y llevé una mano al pecho, mi corazón latía desbocado y no se detuvo al ver quién era mi acompañante —Hoseok...

—Los naranjos tienen algo ¿No? —comentó mirando alrededor... Efectivamente mis pies habían recorrido el camino que mejor conocían y me trajeron a los naranjos —siempre nos unen.

—No es así, es una simple coincidencia —rodé los ojos —qué haces despierto a estas horas y rondando por propiedad privada, podría demandarlo señor Jung.

—No podía dormir —se encogió de hombros —mi almohada y la cama entera siguen oliendo a ti y me estaba torturando el hecho de no tenerte físicamente a mi lado, así que salí a dar un paseo. Además no puedes demandarme, esta propiedad también es mía señor Jung —ennarcó la ceja y sujetó mi mano izquierda con su derecha.

—Buen intento pedazo de... —tomé un respiro para intentar calmar mi estado de ánimo y desvié la mirada hacia la lejanía —esta finca le pertenece a mi mamá, así que tú no puedes vagar libremente por aquí.

—Te extraño.

—Ya deberíamos volver a nuestros dormitorios.

—Te necesito.

—Hace frío y en cualquier momento podría... Llover —arrugué la nariz ante su avance, pero no retrocedí.

—Te amo Taehyung, vuelve conmigo por favor.

—Buenas noches Hoseok —giré sobre mis talones, sus brazos se enredaron en mi cintura y atrajo mi cuerpo al suyo. El calor que emanaba me envolvió entero casi haciéndome gemir de placer. Su perenne aroma a coco me bañó entero y como siempre sucedía, su corazón se acompasó con el mío.

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