Capítulo 6 Crepúsculo

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Taehyung POV.-

Mis ojos se abren lentamente, me arden, duelen, queman ¿Cuánto tiempo estuve llorando? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un día? El tiempo ha perdido sentido, lo único que puedo ver es la nieve cayendo sin detenerse.

Clavo la mirada en mi pared, mi cuerpo entero duele y no sé por qué. El suspiro que escapa de mis labios y resuena en la gigantesca habitación solamente sirve para recordarme que he quedado solo... Se ha ido y la realidad me golpea con increíble brutalidad, igual que ayer... Y antes de ayer... Y el día anterior a ése.

Muy a mi pesar las lágrimas vuelven a bañar mis mejillas y vuelvo a odiarme, ya no quiero llorar por él, pero no puedo evitarlo.

- Dónde estás -susurro tomando el celular nuevamente y marcando ese conocido número, pero igual que anoche la voz pregrabada de alguna mujer me dice que el número no existe... Hace dos días el tono que me indicaba que estaba llamando resonaba en mis oídos hasta que finalmente la llamada pasaba a buzón de voz... Pero anoche... Ha cambiado de número, me ha dejado totalmente atrás - MALDITO COBARDE DONDE ESTÁS DONDE ESTÁS CONTESTA EL MALDITO TELÉFONO.

Termino arrojando el endemoniado aparato hacia algún lugar de la habitación y lo escucho estrellarse contra el suelo.

El dolor de los pedazos rotos de mi corazón me obligan a gritar y sujetar mi pecho intentando reducir al menos un poco ésta tortura, irónicamente la única persona que puede contenerme y sacarme es la misma que me ha desbaratado y herido sin compasión alguna.

Escucho la voz de mi padre pidiendo que abra la puerta pero no puedo hablar, los sollozos me ahogan, lo escucho alejarse... Es lo mejor, no quiero ver a nadie.

¿Cómo es que no pude verlo? ¿Tan buen mentiroso era Hoseok? ¿Tan ciego estaba yo? Mi mundo estaba lleno de colores y jamás podría haber anticipado el huracán que se venía sobre mi. Estaba ciego de amor... Ciego de estupidez.

Me remuevo incómodo sintiendo ese peso en mi interior que sé no va a desaparecer. Las noches y los días son iguales, reuniendo las pocas fuerzas que tengo me obligo a levantarme y tomar el celular del suelo... Tal vez él llamé... Tal vez él vuelva.

Mis ojos comienzan a cerrarse, no voy a dormir bien y lo sé pero qué más da, prefiero estar semi inconsciente, el dolor es menos real de ésa manera.

❄❄❄❄❄❄❄❄❄❄❄❄

Mi teléfono celular comienza a vibrar nuevamente sobre la mesa de noche, mis ojos se abren y se clavan en la pantalla leyendo lentamente el nombre de mi amigo, desvío la mirada clavándola en la ventana, el cielo está gris, la nieve caía sin descanso otra vez, el día es frío, vacío, lleno de soledad, abrazo mis piernas y escondo el rostro entre las rodillas, el sonido que avisaba la poca batería que me quedaba comienza a retumbar en el ensordecedor silencio que me rodea... Mejor, prefiero no tener que escuchar mi celular sonando o vibrando cada tres minutos a causa de las miles de llamadas de mis amigos.

No quería hablar con nadie, no quería ver a nadie y definitivamente no quería saber nada de nadie.

¿Acaso él no sabía cuánto lo amaba? ¿Acaso lo que di no fue suficiente?

Jamás le importó dónde iba a quedar yo después de su partida, no quiso ni voltear... Era yo el único idiota enamorado.

- Taehyung -llamó la voz de mi abuela al otro lado de la puerta cerrada - quita el seguro de la puerta niño, no me obligues a destrozarla.

Me puse de pie y caminé hacia la ventana, la tormenta de nieve estaba comenzando... Sólo era el principio... Lo sabía, el frío que sentía y atormentaba mi cuerpo con infinitos temblores nada tenía que ver con el frío clima al otro lado del cristal, éste frío que quemaba venía desde mi interior y no se iría. Abrí la ventana permitiendo que el gélido aire del exterior entrara aliviando un poco mis hinchados y adoloridos ojos.

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