Capítulo 1

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Capítulo 1

Eran los últimos días de enero y Peter volvía de sus vacaciones, 1 mes estando desconectado de todo, lo único que había hecho era pensar en Martina, en cuánto la extrañaba, y en nada más que su sonrisa.

Martina en ese mes sin Peter estuvo con sus amigas, disfrutó sus vacaciones aunque tampoco podía dejar de pensar en él, tenían en serio una relación perfecta (como amigos)

Peter llegó y lo primero que hizo fue prender la computadora y hablar con Martina.

-Peter Lanzani- MARTINAAAAAAAAAAAAAAAAA

-Tini Stoessel- Ay hola, volviste?????? No te imaginas cuánto te extrañaba

Martina pensó: ay Martina, es claro que volvió, sino no hubiese escrito, para la próxima tenes que pensar un poco más.

-Peter Lanzani- Si tinita linda! Cuándo nos estaríamos viendo? No aguanto más.

-Tini Stoessel-  Mmm mañana? Porque ahora como que no da, que bueno que hayas vuelto

-Peter Lanzani- Uh, está bien.

-Tini Stoessel- No te enojes, tengo que arreglar un par de cosas, aparte en ese mes que te fuiste pasaron mil y una cosas, entendeme a mi también.

-Peter Lanzani- No lo había pensado perdón, Pepe de nuevo?

-Tini Stoessel- No pasa nada, sí, él y otras cosas :( y qué hacemos? Nos vemos mañana?

-Peter Lanzani- Cuando quieras linda! Te quiero!

-Tini Stoessel- Yo también a vos, mañana nos vemos

Peter cerró la computadora y se puso a pensar, ¿Qué le pasaba? ¿Por qué esa conversación con no más de 5 respuestas lo había puesto tan feliz? ¿Cuántas veces había visto a Martina en los últimos dos meses? ¿Unas 40? Poco para disfrutar de su sonrisa.

Martina se puso feliz por la vuelta de Peter, aunque pasaban tantas cosas por su cabeza y por su vida que se le hacía muy difícil disfrutar lo que pasaba, como lo necesitaba.

Al otro día Peter se levantó sintiéndose el hombre más feliz del mundo, la iba a ver después de un mes, la admiraba, la quería tanto, y no solo como amigos, nada más que no quería aceptarlo porque a ella la habían lastimado mucho y él no quería hacerlo.

Corrió las cortinas y vio que era un día nublado, hacía frio, y parecía que hace no más de una hora había llovido.

Martina se levantó tarde, ni se dio cuenta de cómo estaba el clima, se puso su vestido preferido, llamo a un remis y se fue.

Martina y Peter se encontraron, se dieron un abrazo tan fuerte que parecía que ambos tenían la intención de romperse los huesos, estuvieron un rato dando vueltas por un shopping, salieron y había refrescado mas todavía, Martina temblaba, Peter le dio su abrigo. 

Insomnio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora