Martina estaba sorprendida, su familia sabía de esto y nadie le había dicho nada, no sabía que hacer, pero lo amaba..
Martina se paralizó.
-Eu amor,estás bien?-le dijo.
-Sisi, no es nada, es que estoy confundida-contestó Martina.
-Escúchame, si no querés ir está todo bien, pensé que... podía..ayudarte a olvidarte de todo y estar bien aunque sea dos días-le dijo Peter apenado.
-No es que no quiera ir, me sorprendió, pero es que no puedo creer que hagas esto por mí..-contestó Tini y dejó escapar una sonrisa.
-Como no lo voy a hacer? Si sos todo para mi-le dijo sonriendo.
Martina y Peter subieron nuevamente al auto, Martina no tardó mucho en dormirse, Peter jugaba con el pelo de Martina, era todo tan lindo.
Después de unas horas llegaron, habían alquilado una cabaña,ahí nadie los molestaría, desayunaron y decidieron dormir un poco.
Ella se levantó primero ya que había dormido durante el viaje, se cambió, agarró una manta y se fue a la playa, se acostó a tomar sol un rato.
El se levantó y al darse cuenta de que no estaba se cambió y se acercó a la venta, ahí la vio, fue lo más rapido que pudó y se acostó con ella, le dio un suave beso y se quedaron mirando el mar.
Se les pasó rapido la tarde, a la noche comieron e iban a salir, se cambiaron por separado, subieron y se fueron, el boliche estaba alejado de la cabaña, por lo que tardaron 10 minutos en llegar.
Entraron y estaban los amigos de los dos, Martina estaba más que sorprendida, todavía no caía en el hecho de que estaban los dos solos de vacaciones, todo se ponía mejor.
El primero que los saludó fue Mateo, un amigo de ella, que le pidió que la cuide, ambos sonrieron, y así fueron apareciendo más conocidos felicitandolos a los dos, hasta que apareció uno que no les causó sonrisas, una ex novia de Peter, se notaba como lo miraba, Martina se puso de mal humor al toque, él sonrió de buena educación nada más.
En medio de la noche se separaron, cada uno con sus amigos. Martina lo buscaba. A Peter no paraba de buscarlo su ex, el no quería nada con ella.
-Dale Peter, yo se que me queres, no me podes cambiar por esa flaca-le dijo su ex.
-No, yo la amo, vos me cagaste, no quiero nada más con vos-le dijo Peter cansado.
-Ni un beso? Uno no te va a hacer nada-le dijo poniendole una mano en el pecho.
-Dije que nada-dijo él alejandola.
Ella lo besó, él se alejó rapido, pero dio vuelta su cabeza y Martina estaba ahí.