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Kara
Sonreí al recordar el día en que Lena nos dijo que estaba embarazada, estuve inconsciente durante una hora hasta que Alex consiguió despertarme. Lillian seguía en shock pero aún así nos felicitó, a su manera.
Ahora Lena tenía los nueve meses cumplidos y estábamos esperando a que fuera el día en que nuestra princesa viniera a nosotros. Así es, era una niña y eso nos emocionó, sobre todo a Lena ya que ella quería ponerle un nombre especial, ni si quiera yo lo sabía.
Era de noche e hicimos lo que siempre hacíamos; cenamos, vimos una película acorde con el estado de ánimo de Lena y nos fuimos a dormir. Estaba durmiendo tranquilamente hasta que escuché una voz que me llamaba, seguida de varias sacudidas que empeoraban a cada minuto.
-¡KARA!
-¿Qué? -me levanté desorientada y miré a mi esposa. -¿Qué ocurre, Lena?
-Pasa que tú hija viene de camino, llévame al hospital. ¡YA!
Lena estaba tan histérica que la cogí al estilo nupcial y salí volando de nuestra casa, sin cambiarme de ropa. Durante el vuelo noté cómo un poco de sangre caía por mi brazo, había roto aguas y apreté el vuelo.
Aterricé detrás del hospital sin que nadie me viera y entré por la puerta principal.
-¡Mi esposa va a dar a luz! ¡Ayuda!
Inmediatamente varias enfermeras la acostaron en una camilla y se la llevaron para que diera a luz. Me limpié la mano con un paño que me ofreció un auxiliar y con el teléfono del hospital llamé a toda mi familia: Alex y Maggie, J'onn, Winn, Lillian, James y Lucy, Eliza y Nia con Brainy.
Me puse a dar vueltas por la sala de espera donde me dijeron que esperase, estaba muy nerviosa y quería estar con Lena, pero al parecer la cosa se complicó y me pidieron que esperase fuera. La primera en llegar fue Lillian seguida de mi hermana y los demás.
-¿Acaso no tienes vergüenza, kriptoniana inútil? -preguntó Lillian, pero lo último lo susurró solo para mí.
Me miré y vi que estaba en mi pijama de estampado de perritos, y mis calcetines de dibujos de pasteles.
-Estaba en pánico, y salí tal cual. -me defendí.
-Hay un 98,99% de que Lena salga bien del parto, Kara. -dijo Brainy con su típica posición de manos.
-¿Kara Danvers? -llamó un doctor, y me acerqué a él. -La cosa ha mejorado, puede venir.
-Suerte. -me gritó Alex con una sonrisa.
Al entrar me pusieron una bata blanca y me acerqué a Lena, ella estaba con el rostro rojo y sudando mientras varias enfermeras controlaban que todo fuera bien. Le cogí la mano y ella me miró con una débil sonrisa.
-Tú puedes Lena, sé que puedes. Todos están esperando y te mandan ánimos.
Lena hizo su último esfuerzo y el doctor cogió a mi hija en brazos con una manta envuelta a su alrededor. La pequeña comenzó a llorar, sonreí a más no poder y sentía que mi corazón explotaría de tanto amor. El doctor entregó a mi hija a una enfermera para que la limpiara y me la trajera como nueva, mientras tanto él se encargó de cuidar a mi esposa.
-Aquí tiene, señorita Danvers. -me sonrió la enfermera, pasándome a mi hija en brazos.
Tenía una pequeña pelusilla en la cabeza de color negro pero sus ojos seguían cerrados, ella emitía pequeños ruidos y sonreí acercándome a Lena. Ella me miró con una gran sonrisa, se la pasé para que la sostuviera y le dio un pequeño beso en la mejilla haciendo que chillara un poco.
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Situación Peluda (Supercorp)
Hayran KurguLillian se encuentra hablando con Kara sobre Lena cuando Lex les hace una visita no deseada. A causa de él, ambas terminan en una situación algo peculiar y deben dejar sus diferencia para regresar a National City. Por otro lado, Lena está preocupada...