Capítulo 25

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Sajer

—... Y... Supongo que eso es todo lo que puedo decirte... — finalizó.

— Wau... Eso fue... Bastante información...

Nunca en la vida vi a alguien capaz de hablar durante todo el día sin cansarse. Pero supongo que todo lo que Selim me dijo fue mucho más útil que lo que Tommen me había dicho.

— Entonces sí hay otros que hablan el "idioma madre" como tú.

— Sí. Colosso, Karin, Sever, Buddy, y yo. Aunque tanto Karin como Colosso prefieren no hablar mucho en ese idioma. Buddy suele hablarlo pero no para nada especial, el es muy amistoso con todos, a su manera, pero así es él. Y Sever solo lo usa para preguntar "¿y tus últimas palabras?"...

— Ya veo. — comencé a oír un ruido de hojas no muy lejos de nosotros — ¿estamos cerca de tu aldea?

— No ¿por qué?

— Olvídalo, no debió ser nada. Solo... — vi una sombra pasar no muy lejos — pero era algo pequeña.

— Ya es muy tarde. Creo que volveré con mi amo.

— Ah... Te acompaño para que no te vayas sola...

— Que tierno eres... — se rió mientras caminaba — pero ten cuidado. Aquí el que corre más peligro eres... — su expresión cambió muy drásticamente.

— ¿Selim...?

— Este olor... ¿Por qué está aquí?

Selim comenzó a correr sin previo aviso. Y yo la seguí sin entender nada. Al llegar a su aldea, vimo a muchos humanos reunidos, emitiendo un llamado, pero no ha Selim, ya que ese era distinto.

No pude acercarme más. Si los humanos me veían, yo acabaría muerto. Así que decidí esperarla en otra parte.

— Selim... — murmuré — por aquí... — parecía alterada por algo. — ¿Qué te pasa?

— Mi hermanita se salió... Y... No ha regresado. Yo... Debo encontrarla. Y está haciendo fría — estaba muy nerviosa.

— Oye... Cálmate. Te ayudaré a encontrarla.

— ¿Lo harás?

— Tenía una hermano que siempre escapaba. Sé lo que es tener que buscarlo.

— ¿También tienes un hermanito?

— Ahora debe estar a punto de ser presentado como un adulto... Pero si, podría decirse que él es mi hermanito.

— Yo... Yo buscaré por allá... Y... Tú ve por el otro lado...

— Tranquila, no debió haber ido muy lejos.

— Huele esto. Te servirá para encontrar su rastro.

— Claro — ni idea de lo que era, pero lo olfateé sin hacer preguntas.

— Aulla si la encuentras.

En verdad esperaba que Selim encontrara a su hermanita. Habría sido suicidio si yo lo hacía. Y más aún si yo aullaba.

En poco tiempo encontré un rastro y lo seguí hasta llegar a un lago.

— ¡¿Hola?! ¡¿Cachorro?!

Un ruido fuerte proveniente del lago llamó mi atención. El cachorro se estaba ahogando.

— ¡Espera! ¡Ya voy por ti! — me lancé al agua fría sin pensar.

Entre lobos... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora