Entre lobos... (2)

Capítulo 26

Shaya

Durante el resto de la tarde, Unan se mantuvo pacífico y callado con los cachorros a su lado.
- ¿Están bien?
- Sí... Solo tenían frío. Una luna es muy poco tiempo como para separar a los cachorros de su madre.
Vimos a los hombres poner unas liebres sobre algo muy brillante y que emitía un calor agradable. Olía bastante bien.
- ¿Qué es eso?
- No lo sé.
- Se llama fuego. Los hombres lo usan para calentarse y para cocinar su alimento...
- Así que tú también hablas con nosotros - dijo Unan.
- Colosso dijo que eran unas criaturas interesantes. Muy diferentes a como eran los lobos de este lado.
- ¿Dices que hay una manada cerca de aquí?
- No. Digo que "había" una manada. Pero ya no más.
- Quién eres... - pregunté con precaución.
- Sever.
- Pareces ser un poco más agradable que ese Colosso... - dijo Unan. - Qué es lo que quieren de nosotros.
- No lo sé. Los asuntos de humanos, son sólo de ellos... Nosotros solo cumplimos órdenes sin...
- ¡Sever! - apareció Colosso - Qué haces...
- Nada que a ti te importe...
- Cuidado... Sabes muy bien, que yo soy quien manda aquí... - ambos intercambiaron gruñidos, y pasaron uno junto al otro dándose la espalda. - A dormir. Mañana salimos temprano.
- Ts... Muérdeme. - Colosso se acercó a la jaula de Unan.
- Cuidado con lo que pides... Luego querrás nunca haberlo pedido. - Colosso volvió por donde había venido, dejándonos a solas nuevamente.
- Deberías dejar de buscarle pelea...
- ¿Acaso esperas que sea amigable con él?
- Solo digo que... No hagas que quiera atacarnos porque se enfureció. Él es mucho mas grande que nosotros. Y se ve que tiene mucha fuerza.
- Él te asusta ¿verdad?
- ¿A ti no?
- Miedo no es la palabra que yo usaría. Más bien... Le guardo rencor por hacer que esté aquí, y por atreverse a atacar a mi pareja. Al menos está a salvo ahora.
- Me pregunto si papá notó que desaparecí...
- Descuida, ya aparecerá una oportunidad, y nos largarémos de aquí...
-Eso espero...