Natalia llegó a casa de la Rafi y se encontró con Alba que la estaba esperando en el porche.
Salió de su Audi A4 gris y camino alrededor de él para sacar el maletín del asiento trasero.
- Gracias por venir. ¿Estabas en casa? - preguntó Alba acercándose a ella para saludarla, pero se detuvo cuando la distancia entre ambas se acortó demasiado.
Natalia negó con la cabeza.
- Estaba en el hospital, pero me he cogido el resto del día libre - se acomodó su blazer negra algo nerviosa - Quiero decir, me quedaban dos horas de mi turno de 24, así que...
La rubia la miró con una mirada incrédula.
- ¡Dios, Nat! No quería molestarte, en serio...
Natalia fue lo suficientemente atrevida como para tocar su brazo. No quería hacer un gran problema de todo esto, estaba muy feliz por poder ayudarla.
- ¿Dónde está?
- Dentro... ¿quieres café? ¿O una infusión tal vez? - preguntó por cortesía mientras ambas atravesaban el porche para entrar en la casa.
- No, estoy bien - negó con la cabeza.
- Vale - alargó la última vocal - Mi madre está dentro, ha estado sentada todo el día, le duele a morir.
Natalia caminaba por aquel espacio con el que estaba tan familiarizada, igual que su casa, este tampoco había cambiado demasiado. Algunos cuadros nuevos apilados en la pared. Fotografías de la familia Reche en Elche, un espejo nuevo en la entrada.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que Alba debía de haber pasado mucho tiempo con su madre y su hermana después del divorcio.
- Alba, ¿por qué no has llamado a mi médico de cabecera? ¿Por qué molestas a Natalia? - se quejó la Rafi con una media sonrisa al verlas entrar.
La morena fijo su mirada en su ex mujer, la cual estaba justo detrás de ella con los brazos cruzados.
- No sé, es la primera persona en la que he pensado... - se sonrojó por aquel hecho.
Natalia sonrió al escucharla, aunque no pretendía hacer una gran montaña de ello por mucho que le hubieran calado sus palabras.
- No pasa nada Alba, me has salvado de una tarde aburridísima rodeada de papeleo... - se detuvo - Después de acabar la residencia he tenido muchas más responsabilidades, lo que significa que tengo un montón de burocracia que atender para mi desgracia - explicó sonriendo después de devolver su atención a su ex suegra.
- ¿Acabaste la residencia en solo cuatro años? ¡Natalia eso es genial! - exclamó la madre de la rubia.
- ¡Mamá! - dijo Alba detrás de ella, pero la morena no se giró a mirarla para que no viera su sonrisa, en cambio la Rafi si que lo hizo y esta reflejó su expresión en su rostro como si fuera un espejo.
He echado de menos la poca sutileza de esta mujer.
Hubo un entendimiento mutuo entre las dos.
- Rafi, ¿sigues comiendo carne roja? - preguntó con su estricta voz de doctora después de examinar el dedo gordo de su pie.
Esta suspiró.
- ¡La carne roja es buena!
- Sí, y es la causante de este ataque de gota.
- ¿Gota? Pero eso es una cosa de personas mayores, ¿ya soy tan vieja?
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Entre mis manos
FanfictionDespués de una dura ruptura hace ya 5 años, Natalia creía que lo tenía todo superado, tenia la vida que siempre había querido como una de las mejores cirujanas de toda España. Lo único que le faltaba era algo que creía que nunca más podría recuperar...