Entre mis manos

Capítulo 16: ¿Te arrepientes?

- Quiero formar una familia contigo, Alba.

En el momento en que aquellas palabras salieron por su boca, Alba se quedó sin aliento.

- ¿Qué?

- Quiero decir, solo si tu quieres, claro...

De repente, Natalia retrocedió. No estaba segura de si ese era el momento más adecuado para hablar sobre ello. Alba le había propuesto matrimonio hacía menos de una hora.

Vale, ¿qué hecho? Soy imbécil, he confundido todas las señales.

- ¿De verdad quieres? - la expresión de Alba no reveló nada concreto, excepto tal vez su continuado estado de shock - Después de todo lo que ha pasado... ¿de verdad quieres? ¿Ahora? 

Natalia sacudió la cabeza.

- ¿Qué se supone que significa eso? ¿Qué quieres decir con... ahora?

- Literalmente, acabas de conseguir el ascenso que tanto has querido durante toda tu vida. ¿Me estás diciendo que quieres tener un hijo? ¿Ahora? Eso son muchas responsabilidades, Nat.

- Soy consciente de todo lo que implica tener un hijo. He estado al lado de Santi y Marina desde que nació Marilia... antes de que se mudaran claro - puso los ojos en blanco al decir aquello.

- Entonces, ¿lo dices en serio? Tú... ¿quieres criar a un hipotético niño, en plural, conmigo? - una sonrisa de medio lado se formó entre sus labios.

Por primera vez en toda la conversación, Natalia se detuvo.

Parpadeó un par de veces antes de responder con seguridad.

- Eres el amor de mi vida, y ya no soy la misma persona que era hace 5 años. Claro que quiero hacerlo, pero solo si es contigo. 

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Unos días más tarde

Natalia estaba especialmente nerviosa aquel día. Una cosa era decirle a su madre que había vuelto con Alba. 

Pero ahora que eso ya había sucedido, la rubia también había querido contárselo a su madre. 

Y a pesar de que anticipaban que se lo iba a tomar bien, lo cierto es que le provocaba un poco de ansiedad. 

- Creo que mi hija está saliendo con alguien - dijo Rafaela Reche mirando en dirección a la cocina, donde su hija se encontraba limpiando los platos de la comida. 

Natalia casi se atragantó con su propia saliva.

- ¿Qué? - gruño mientras se aclaraba la garganta - ¿De dónde sacas esa idea?

No sabía si considerar esa como una situación muy extraña o muy cómica. 

Probablemente ambas. 

La Rafi suspiró. 

- Antes solía venir cada domingo a comer conmigo y con Marina, pero ya hace bastante tiempo que siempre busca excusas para no hacerlo... quiero decir... no sé si tu sabes algo - cerró los ojos levantando las manos en señal de disculpa - Perdona, no quería... 

Justo en ese momento Alba entró, entregándoles dos copas de vino.

- ¿De qué hablabais?

- Oh, de nada - afirmó su madre. 

Alba clavó su mirada penetrante en la de Natalia, intentando buscar la verdad.

- Tu madre cree que estás saliendo con alguien - dijo la morena sonriendo de medio lado mientras tomaba un sorbo de vino de la copa.